miércoles, 27 de febrero de 2008
Duda existencial
Que mierda guardaban en esta especie de cabañita?
Por la rejilla de la puerta algo se podia ver, pero era tan oscuro adentro que no se divisaba mucho. Seguro eran herramientas, pero jamas pude (junto con mi grupo) abrir esa maldita puerta.
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Alguien tiene datos mas precisos para aportar?
viernes, 22 de febrero de 2008
Boye con elemento
lunes, 18 de febrero de 2008
Los taxistas, el club y el sueño americano
Una imagen difícil de olvidar es la de aquel joven que recorría el Club con un pañuelo estampado con la bandera de los Estados Unidos cubriéndole la cabeza.
Más difícil de olvidar es la imagen de aquel joven que se sentía André Agassi cuando descargaba toda la potencia de su adolescencia sobre la pobre pelota de paddle, pero que anotaba puntos al mismo ritmo que el desgraciado Willy Coria de los últimos tiempos y se autoflagelaba como si en él hubiese encarnado el mismísimo espíritu enloquecido de Gastón Gaudio.
Ese joven era yo, quien recibió el apodo de “Pro-Yanqui” de manos del siempre bien ponderado y desde hace ya un tiempo alabado hasta el hartazgo Esteban “Chikito” Bernasconi.
Ese joven también era el mismo que siempre quedaba al final en el pan-queso-pan de los deportes de turno. Bueno, no era el último, creo que solo quedaban dos ignotos mosquitos después de mí, pero yo era bueno y bastante gracioso… pero esa es harina de otro costal.
Siempre que viajo en taxi cumplo con mis rituales. El primero es hablar del tiempo, como para romper el hielo. El segundo es tratar de hacer que el tachero cuente todas sus (mentirosas) aventuras sexuales sobre cómo gana en el taxi (el que se parló a una modelo, la señorita que tenía un enano en la vagina, la monjita que la pedía por favor, la yegua que le abría las piernas en el asiento de atrás para que él le viera las partes por el espejo retrovisor y muchos otros hits… podría hacer un post entero de 15 hojas reproduciendo las mentiras de los tacheros y, aún a sabiendas de sus descaradas mentiras, me divierte mucho seguir preguntando). El tercero es responder la misma pregunta de cada chofer: “¿de qué cuadro sos?”.
Y ahí le explico que no, que no me gusta el fútbol, que nunca me gustó, que pobre mi viejo fanático de Boca que le salió un hijo que prefería mirar los campeonatos de gimnasia artística y patinaje sobre hielo, que cuando la pelota corría para un lado yo corría para el otro, que mientras todos iban al ataque yo cortaba pastitos en la defensa, que cuando venía la pelota para cabecear yo me tapaba la cabeza con los brazos, que solo le presto algo de atención al fútbol cuando vienen los mundiales porque tan extraterrestre no soy y que en el Club, cuando podía, me iba a boyar con Andrés cuando todos jugaban al fútbol.
Lo mismo que le cuento a mis hijos: que no hace falta seguir a la manada para ser feliz, que hay que ser auténtico, que tus amigos no te van a querer ni más ni menos por patear una pelota (salvo esos amigos que uno NUNCA quiere tener), que en esa época era difícil porque era mucho más raro que ahora que no te gustara el fútbol y que, la verdad, tengo un problema menos en la vida.
También les cuento que yo, de chico, hacía otras cosas: nadaba (llegué hasta Tiburón, chabón), boyaba, jugaba al softball, me mandaban de fielder izquierdo y seguía boyando…
Y ahí se pudre todo. Los pibes ya no entienden más nada. “¿Al qué?”, me pregunta. Y allí arranca mi diatriba sobre el softball (que le digo que es parecido al béisbol para llevarlo hacia alguna costa que conozca), los innings, el bateo, el corre y corra y la mar en coche.
No jugaré fútbol, pero vos sos un ignorante. ¡Ja!
Además de la natación y el paddle, el deporte que más disfruté en el Club fue el softball. ¿Y cómo quieren que no sea Pro-Yanqui?
Me acuerdo de muchas cosas sueltas: la forma en que revoleaba el bate (y meneaba sus caderas, vamos a decirlo con todas las letras, señores) Sergio Pomesano antes de batear mientras miraba desafiante al pitcher, los tremendos batazos de Gustavo Kseiri, el pan-queso-pan que hacíamos casi donde estaban los aros de pelota al cesto y en los que no quedaba tan último porque en softball zafaba bastante, la vez que fuimos a jugar a Hacoaj y nos hicieron puré (porque ellos tenían hasta la máquina de tirar pelotitas para practicar bateo) y esa vez que me doblaron la mano por defender la primera base y no pude rendir el exámen de mecanografía del colegio (la única materia que me llevé, ¿podés creerlo?... el examen era libre en Diciembre, yo me la llevé a Marzo y de tan obsesivo rendí 96 palabras por minuto tipeando en una Remington a la que había que pegarle martillazos y me saqué un diez).
El pañuelo con la bandera norteamericana pasó a mejor vida. No resistió tanta transpiración y se fue deshilachando. Guardé sus restos en el cajón de las medias durante mucho tiempo, hasta que una vez no lo encontré más después de vaya a saber cuántas mudanzas.
Pero el recuerdo sigue vivo. Y ese diamante imaginario fue lo primero que fui a ver ese día de Octubre en que volvimos. Y fue lo primero que fui a ver cada vez que fui al Club. Porque en ese cacho de tierra, en ese diamante imaginario marcado por unos pedazos de tela gastados en las puntas, allí, por única vez, yo me sentí protagonista del deporte, carajo.
martes, 12 de febrero de 2008
Centro Juvenil Gas del Estado
Estuve mirando el blog y esta muy bueno. Es decir, estuvimos mirando, porque somos unos cuantos los ex integrantes del Centro Juvenil de Gas del Estado (1964 -1977) que los fines de semana compartíamos las instalaciones del Club de Tigre. El Centro Juvenil y Casa Universitaria alojaba a los hijos de los agentes del interior que cursaban estudios secundarios y la universidad en Buenos Aires.
Hace unos años, un grupo de nosotros encabezado por José Luís Gherardi (que también esta en el blog de Sistemas) comenzó a contactarse vía correo electrónico, teléfono, etc, y nos juntamos en una comunidad de Yahoo Grupos. En noviembre de 2004 organizamos y nos reunimos un grupo muy numeroso de todo el país (más de 100 personas) en un complejo de Sindicato del Seguro, en Moreno. Realmente fue algo espectacular, en el que revivimos aquellos momentos de hace tantos años. A partir de ese día reflotamos e incrementamos los lazos de amistad que nos habían unido en nuestra adolescencia. A tal punto que seguimos encontrándonos en distintos lugares del país, en grupos pequeños, o cuando salimos de vacaciones tratamos de ubicarnos para compartir buenos momentos.
Toda esta introducción fue a modo de presentación, para comentarles que después de ver vuestro blog, algunos ex integrantes del Centro Juvenil y Casa Universitaria de Gas del Estado tomamos la idea para también armar uno y así estar presentes en este recuerdo de lo que fue "La Gran Familia de Gas del Estado".
El blog esta en etapa de armado y si lo quieren linkear al de ustedes, la dirección es la siguiente:
http://centrojuvenil-gasdelestado.blogspot.com/
Un abrazo desde Olavarria,
Ricardo Pérez de Albéniz (Pereta)
jueves, 7 de febrero de 2008
Poesías recién nacidas
Me invitó el amigo Chiquito a escribir algo
que sirva de saludo y bienvenida
para las nuevas sobrinas que la vida
nos regala en este enero. Entonces salgo,
y escribo esta especie de sonetos,
y si bien no es poesía de la alta,
audacia es una cosa que no falta
cuando retan a escribir al Flaco Beto.
Con todo el corazón porque los banco,
les dedica estos versos un amigo
que espera con su amor que llegue Franco.
Y a ver si mientras tanto yo consigo,
que no quede en el blog espacio en blanco
y que coloquen comentarios los testigos!!!
Gustavo y Sandra matizaron dulce espera
entre encuentros y mensajes de sus fieles.
Tranquilos pues ya no son dos noveles
la muñeca que esperaban es la tercera.
Recibieron a Marcela y al Huevito,
de vez en cuando también algún llamado
Es que el CDT no los ha olvidado
y aprovecha las ideas de Chiquito
Las hermanas un poquito más ansiosas
esperaban que llegara otra muñeca,
ilusionadas con mostrarle tantas cosas...
Y aquellos sueños tejidos en la rueca
abrigaron a Abril, (cosita hermosa!!!)
Y la alegría no dejó mejilla seca!!!
En Bariloche pasó hace unos días
exactamente el día quince de enero.
Un retoño a la familia, el primero,
vino a este mundo a colmarla de alegría.
Paloma Laura a la princesa la llamaron,
con orgullo sus papás Mónica y Pedro,
y crecerá entre los lagos y los cerros
tierna y hermosa como siempre imaginaron.
Y algún día descubrirá que fue colona
desde el momento que llegó hasta su cuna,
pues seguirá la tradición de tías y nonas.
Y cuando cumpla en este mundo algunas lunas
visitará del CDT todas sus zonas
en este año del rencuentro. ¡¡¡Qué oportuna!!!
Siguen llegando noticias
de nuestra comunidad.
Gritemos todos: Albricias,
Tengo otra novedad!!!
A Eduardo Scocco otra nieta
Ya le camina en el bocho
Su nombre es Nicoletta
Mirta y el abuelo: Chochos!!!
Es la segunda cachorra
De Fernanda y Sebastián
Sus sonrisas no se borran,
qué alegría que tendrán!!!
De Tigre, es hija y nieta
El diez de enero ha llegado,
Bienvenida Nicoletta!!!
Saluda Gas del Estado
lunes, 4 de febrero de 2008
Si te digo que es carnaval...
Estas son imágenes de los festejos de carnavales en la decada del '70 en el club. La escenografia que ven y muchos mas accesorios eran realizados por el personal del club - verdaderos GENIOS.
La orquesta de señoritas estaba compuesta por: Fernández, Rama, Robles, Trípodi, Leggio y... creo que Rosales. Pueden ahora constatar desde que antiguedad existían los trabas en el país.
Aca siguen otras fotos que nada que ver con carnaval, pero no importa. La primera es de un fiesta en el Tinglado. Pueden verlos a Sol, Gato y Sapo, entre otros.
Hagan sus aportes con mas nombres por favor...
Dia del Niño en Milberg. A lo lejos lo tenemos a Eduardo Scocco con Musicato. Al costado Patricia Paz.
Si distinguen mas gente avisen!!!