lunes, 29 de septiembre de 2008

Vacaciones felices – Brasil ‘93

Por Germán Barceló

1992 fue si mal no recuerdo, el último año en que el club funcionó como tal. En diciembre cerró y lo que vino después ya todos mas o menos lo sabemos. Por esa época íbamos los fines de semana casi por inercia, porque no había mucho para hacer. Quedaban pocas actividades organizadas, no existían micros, casi no iba gente, pero teníamos canchas de paddle, que se había impuesto desde hacía ya un tiempo.

El grupo completo de excursión tropical... Sentados: Maxi "Cachibuchi" García, Gabriel "Colimba" Magini, Martin "Marcucci" del Pozo, Germán "Toto" Barceló, Gabriel "Bocha" Jerez, Adrián "se-fue-en-moto-con-Marcu" Magini. Parados: Daniel "Párroco" Nastasi, Lucas "gran-ganador-de-meninas" García y Esteban "Anselmo" Bernasconi.

Lo interesante para rescatar es que en todo ese año planeamos las vacaciones del siguiente verano, y como ya estábamos crecidos, nos fuimos a conocer un poco la costa brasileña. Ustedes a esta altura estarán pensando “que tiene esto que ver con el club?”… bueno, algo que ver tiene. En parte por lo que ya conté, y además porque viajamos 9 ex-colonos, y sin quererlo mantuvimos intacto el espíritu del típico grupo de club de niños y vacaciones felices.

En todo el viaje nos sentimos como cuando nos llevaban al Ital-Park y nos “largaban” solos, con la consigna de estar en la puerta a una determinada hora. Eso era libertad! En cada situación alguno siempre recordaba muy cómicamente cosas del club… y por algún motivo solíamos autodenominarnos los Robinsones… donde imitando la voz de la profe Norita Ríos (quien sabe porque) yo me encargaba de juntarlos a la hora de ir a algún lado. Claro, como estaba estudiando en INEF, nadie mas idóneo que yo para poner orden a estos vándalos.


Fue en el mes de enero de 1993, teníamos el cambio a nuestro favor (recordar esa época menemista) y conocimos Rio, Buzios, Cabo Frio, Porto Seguro, Arraial d’Ajuda, Morro de Sao Paolo, Salvador… y hasta ahí llegamos. Increíbles lugares, inolvidables momentos, mujeres, samba, lambada, axé, cerveza, y la envidiable forma de ser de los brazucas. Un país hermoso!

Podría entonces decir que esas fueron las primeras vacaciones sin club. Sin un lugar donde volverse a encontrar para ver las fotos. El cuartel general nos lo habían cerrado, pero nuestra amistad duró hasta el día de hoy. Es por eso que en mi grupo no hubo grandes sorpresas con los reencuentros. Volvimos a ver a muchos amigos algo desaparecidos, pero una gran parte de los “Robinsones” siempre nos mantuvimos unidos, tal como nos enseñaron.

Detrás de cámara, el Bocha Jerez fotografiando a María, su enamorada...

Rocalacatoca Chiquichiquichá!!!!!!

Germán

martes, 23 de septiembre de 2008

Bochas

Ahora necesitaríamos que alguien (Miguel Barceló tal vez?) nos cuente todo sobre las canchas de bochas. Seguramente hay una historia interesante y muchos detalles detrás de este súper estadio, techado gracias al aporte y ayuda de los mismos socios.

Entre otros están, Luis Pogliese, Alfredo Iglesias, Alfredo Fernandez, Leggio, Tripodi…

Dentro de la cancha vemos trabajando a Alfredo Fernandez, de Falco, Gómez, Luis Pogliese...

Gracias Silvia Pogliese por mandar estas reliquias, y otras más que ya subirán al blog.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Aquel "lejano" encuentro mágico

Por Marcela Albanese

Para mí el club estaba dividido en dos grupos: “los grandes” (mi hermano y sus secuaces) y “nosotros” (Nancy, Paola y yo, más todos los de nuestro grupo - ya saben quiénes son). Sabía que había más grupos entre ellos y nosotras, pero nunca me detuve muy bien a saber quién era Juvenil o Cadete o Robinsón (salvo cuando me interesaba alguno, obvio). Pero ahí estaban, como una bruma espesa para mí. Y ni que hablar de los más chicos, que ya no sabía cómo formar el diminutivo para separarlos aún más de nosotras: los chiquitititititos.

Y bueno, así fui creciendo y pasando de grupo al igual que mi hermano. Conocía (y los quería!) a todos los amigos de mi hermano y los adoptaba como amigos míos también, cosa que dejé de hacer cuando yo no salía de la categoría "la hermanita de Ale". Pasaron los años y fui "desconectándome" de los grandes y "conectándome" con los míos en una relación directamente proporcional al paso del tiempo. Al seguir en contacto con Laura y Gabi Mattioni me obligaba a entender y recordar que había más gente en el club aparte de mi hermano, Quique Dupláa y compañía, y así fui incorporando a otros y otras (ayyyyyy si supieran!!!).
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Hasta que un día más que mágico, aparece el blog y la posibilidad de saber de todos otra vez, y a medida que aparecían los nombres, sean del grupo que fueren, increíblemente los recordaba a todos!!!
Esto me pasó con Claudia Messina, cuando apareció en el blog y vi su foto, nada que ver con la última imagen que yo tenía de ella: Aaaaaaaaaaaalta, de pelo oscuro sin rulos, atado en una colita, enfundada en su clásico equipo de gimnasia azul con las rayas blancas al costado, de ésos con la tirita que pasaba debajo de la planta de los pies (qué horror hoy!!!) y zapatillas blancas.
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Bien, al igual que con varios, con Claudia hubo intercambio de e-mails, y únicamente compartíamos el club y mi hermano. No importa, era más que suficiente para entablar una relación. Unos cuantos e-mails más, algunos llamados telefónicos y listo, me viene a visitar.
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La esperaba en la estación de tren y agradecía al blog haber podido ver su foto, porque no la hubiese reconocido. Nos vimos con una expresión mezcla de asombrosa alegría y “no te puedo creer, si la última vez que te vi eras una nena!!!" Y yo pensando "uy, no es tan alta... ni tan grandota". La horita de viaje hasta mi casa sirvió un poco de actualización; conversación de inmigrantes: “che, en qué año te viniste”, “cuánto hace que vivís acá”, “por qué te viniste”, “y vos qué hacés", etc. Una vez en casa, largamos con asadito “Patrio” en honor al 1º de Mayo. Como verán en las fotos, teníamos asadores exclusivos para nosotras.
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En su corta estadía hubo un poco de todo: comida, playa… playa, comida… comida… mmm... comida. Y a la noche, casi como un rito, ahí estábamos sentaditas frente a la compu leyendo el blog.
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Nuestra ansiedad era tal por ver los comentarios que iban llegando, que cuando al cabo de 10 minutos no veíamos nada nuevo, decíamos “uuh, no se habrá colgado?, por qué no lo abrís otra vez?”, o “ah, es que allá tienen 5 horas menos”, y al rato, “che, por qué no refrescás la página?”, y asi todo el tiempo… jajaja.
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En resumen, fue un fin de semana muuuy jugoso, con el intercambio de "información" que manejábamos cada una, jajaja.
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En fin, las puertas de mi casa están abiertas a la espera de algún otro colonito (o Profe) que se quiera dar una vuelta por aquí.
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Un beso grande grande! Y gracias a todos por dejarme recordar mi infancia feliz.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Para ir completando


jueves, 11 de septiembre de 2008

Así fueron mis 15

Por Silvia Pogliese

Ante todo quiero agradecer a los que compartieron conmigo un momento tan especial para mí, como fueron mis quince años – tan especial como para cualquier chica de esa edad.

Yo siempre viví en zona norte y era muy difícil para mi poder reunir a los compañeros del cole, mi familia y a todos ustedes porque realmente vivíamos en lugares distanciados.


Por eso, también agradecí mucho a Miguel Barceló por haberme permitido festejarlo en la confitería del club! Fue ideal: a mis compañeros los llevó un micro hasta el club y ustedes pudieron quedarse a dormir esa noche. A pesar del nerviosismo y la ansiedad, el día fue inolvidable y lo pudimos disfrutar bien. Lamenté no haber invitado más gente, ya que solo los de mi grupo vinieron, pero yo me llevaba bien con todos. En fin, ustedes comprenderán.



En las fotos, aunque son pocas, verán entre otros a Tina, fundamental en mi niñez y adolescencia. Mi pilar, mi apoyo, mi camino... todo era dulzura y entrega. Aprovecho este momento para agradecerle por tantos años de disfrute, compartir, conocimiento, enseñanza, amistad!!! Te quiero muchísimo y los mejores recuerdos de vos los tengo muy guardados en mi corazón.

Realmente rescato que el grupo que hemos formado en nuestro "Club de Niños" fue maravilloso. Hoy después de tantos años y gracias a dios que nos hemos reencontrado, siento que el tiempo no pasó. Podemos sentarnos y charlar como si nunca hubiéramos dejado de vernos.

La verdad es que estoy muy feliz por este reencuentro!!! Muchas saludos a todos… y pongo “todos” porque no quiero olvidarme de nadie y evitar que se ofendan, jejeje.
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Gracias, besitos y espero recuerden con estas fotos un poquito mas de aquel día.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Para los fans de Abba

Aprovechando el comentario de Andrea "Marcas" en la entrada anterior, aca tenemos unas imágenes de Abba y su paso por el club de Gas - solo unas pocas décadas atrás!

Podrán observar además al Monito Blanco Birmajer interpretando al genial Tato Bores.














Discover ABBA!








Discover ABBA!
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Pero quienes eran los que hacían de Abba? Veremos que se dice en los comentarios...

martes, 2 de septiembre de 2008

Hablando de baños...

Por Luciano Palermo

En este lugar, sentados sobre el sexto o séptimo escalón, Leandro Palermo, Gigio Colagrosi, Germán Rodriguez, Damián Barido y quien escribe, nos turnábamos para espiar a las chicas y a las profes mientras se duchaban.

Como haciamos?


Todo esto ocurría en uno de los mejores momentos del finde, después de que los micros partían, y después del fútbol de los sábados por la tarde. Al terminar el partido, todos nos dirigíamos al vestuario a ducharnos antes de la cena y lógicamente, las chicas hacían lo mismo.

A la hora de la ducha, todos los ya nombrados esperábamos a que los profes entraran a bañarse, y ése era el momento justo para empezar la tarea de “espionaje”. Había que sacarse rápidamente la ropa sucia y transpirada de todo el día, guardarla en el bolso y vestirse con jeans, camisa y zapatos para la noche. Ir a las piletitas del lavatorio, mojarse el pelo, peinarse y rajar hacia el vestuario de mujeres del club de niños. Pero atención! solo se podía hacer la travesía SIN BAÑARSE, ya que mientras todos lo hacían, el club quedaba casi a oscuras y sin moros en la costa.

Salíamos silenciosamente, atravesábamos la terracita, luego encarábamos en diagonal hacia el rincón alegre, dábamos la vuelta y llegábamos a la escalerita de atrás de la fuente, frente al tinglado.

La onda era espiar de a uno, ya que la ventana tenía los vidrios pintados de verde y uno de ellos estaba rajado y con un pequeño orificio donde solo cabía un ojo para poder ver el hermoso paisaje. En total hemos mirado muchas chicas. Se escuchaba ruido a lluvia y entre todo el vapor, se asomaba el gran “botín”: las chicas mas grandes y las profes... ay ay ay...

Esta especie de safari no duró mucho, ya que de a poco cada sábado eramos mas y mas los que hacíamos cola al pie de la escalera para apreciar las maravillas de la anatomía femenina.

Y para finalizar, después de comer, las chicas eran el tema de conversación de todos los espías.