viernes, 29 de agosto de 2008

Baños y vestuarios - Un análisis exhaustivo

Por EB

Hoy voy a hablar de los baños y vestuarios del club, un tema no menos importante cuando uno pasaba dos días casi completos, donde no cabía la posibilidad de “aguantarse hasta llegar a casa”.

Por supuesto, no me queda otra que hacerlo desde el punto de vista masculino, ya que solo frecuenté baños de caballeros, por lo tanto las damas podrán aportar mas detalles desconocidos por los varones.

Yo solía tener los baños informalmente clasificados en 3 categorías:

Abuenos, donde ibas tranquilo porque nadie te jodía y estaban limpios, con papel, etc.
Baceptables, especialmente en casos de emergencia.
Cimpresentables, donde ni se me ocurría siquiera entrar mas que para mear, salvo casos de súper recontra absolutísima emergencia.



Comienzo por los baños

Recuerdo los siguientes lugares, y les pido que me ayuden si me olvido de alguno o doy detalles erróneos. Los voy a nombrar y describir en orden geográfico mientras “recorro” mentalmente el club al escribir:

# El de arriba de la Secretaria… sin dudas el mejor de todos, aunque de muy difícil acceso si no tenias palanca (llámese del Pozo, Barceló, etc). Categoría ‘A’ indiscutida.

# El del restaurante… otro muy muy bueno, siempre limpio y con abundante papel. También perteneciente a la ‘A’.

# Los del vestuario de caballeros… caían en la categoría ‘B’, mas que nada porque no eran inodoros, sino esas cosas que no se como se llaman. No eran muy limpios y muchas veces te llovían cosas por arriba (agua, objetos diversos, etc).

# Los del dormitorio de al lado del vestuario… un poco mejor que los antes mencionados, pero solo accesibles al ir a dormir, rara vez durante el día. Eran también de la ‘B’.

# Los de la residencia no los use jamás, y presiento que eran de lujo, que lástima.

# Los del fondo… eran pésimos en la época de Lulo y el quiosco de al lado, donde te entregaban los platos. Eran de la ‘C’. Después los hicieron nuevos y fueron de la ‘A’ por varios años, hasta que cayeron de categoría. Estaban siempre llenos de mosquitos que venían de la zona de carpas, eso nunca me lo olvido.

# Los de las cabañitas… sin lugar a dudas, de terror. Categoría ‘C’ rotunda. Alguien me discute que el olor te volteaba desde la puerta? Al lavarme los dientes los domingos a la mañana me descomponía de la baranda a m&£%#a. El de damas estaba un poquito mejor, lo cual era raro, porque lo usábamos tanto como el de caballeros (aunque esto no lo recuerdo bien… escucho opiniones!).

# Los del vestuario de fútbol… pasables, pero el papel higiénico jamás llego a ellos. Habrán puesto dos o tres rollos alla por 1979, y después nunca mas.

# Los del personal de campo, al fondo del estacionamiento, dentro del taller… eran buenos, pero no muy usados por nosotros. No era fácil llegar a ellos sin ser interceptado por Chupete, Dapiedade o algún otro personal de campo.

# Los de club de niños… los de arriba ni idea, ya que solo las chicas o los principitos lo usaban. Pero abajo había otros, en ese oscuro pasillo que unía el club de niños con rincón alegre (me siguen?). No los tengo muy presentes, probablemente porque no eran buenos.

De todas formas, como ex colonito puedo admitir orgullosamente que mear, he meado en otros lugares también. Lugares políticamente incorrectos, como les paso a enumerar:

Los cañaverales de Milberg, atrás del gimnasio (nunca adentro), atrás de los árboles gigantes que dan al Reconquista donde están las canchas de volley, en zona de carpas, atrás de las cabañitas, arriba de las cabañitas, una vez sola adentro el cajón de las cabañitas, en el fondo de la Isla de los Robinsones (detrás de esa especie de torre que nunca supe para que servía), atrás de los pinitos de todo el perímetro del alambrado del club, atrás de los pinitos de las canchas de tenis, atrás de los frontones, arriba de los frontones (recordar que se podía trepar por la estructura de la cancha de paleta) y por supuesto, como olvidarlo: la pileta, un clásico. En la grande a veces, pero usualmente la cosa era en la de los principitos (que de todas maneras era 20% agua y 80% quien sabe que, de ahí su temperatura algo más elevada). También se podía ir atrás del solarium tranquilamente, entre las plantas, y una vez me anime hasta en la ducha, adelante del mismísimo Cordobán, quien jamás se enteró. Y cierta vez (y ésta no es muy famosa pero si interesante) supe de alguien que meó adentro de la planta semi-esférica que estaba a la salida del vestuario de damas… esa que no paraba de crecer. Lo hizo apoyado con todo su cuerpo, como abrazando a la pobre planta.

Ahora sigo con los vestuarios – vamos por partes otra vez:

# El de Secretaria… uno de los que más usé los sábados a la noche. Era muy húmedo y chiquito, pero nos caía bien. Como olvidar a Pachuli y toda su ropa desparramada por el piso, en un circulo de 1 metro y medio de diámetro.

# El del vestuario de caballeros… en una época lo habían arreglado un poco y estaba bien. Un clásico, la ducha sin la “flor”, con un chorro de agua que te masajeaba la espalda, imposible salir. Otro punto interesante para destacar de este vestuario es la famosa "jaula" donde dejábamos los bolsos, custodiada muchas veces por Lasala y varios mas (a uno le decíamos Oruga, que si mal no recuerdo un dia lo encerraron y le tiraron galletitas por arriba, parodiando una visita al zoologico... no me acuerdo su nombre, pero desde ya le pido perdón en nombre de los responsables - por supuesto yo no estuve presente en el momento de los hechos).

# El de al lado, donde dormíamos… era medio pelo. Solía no tener agua caliente, por eso no lo usábamos mucho.

# El de la cancha de fútbol… usado muy de vez en cuando en invierno, pero muy seguido en verano. Había algo que no me gustaba de esos, no me acuerdo bien que.

# El del personal de campo… excelente vestuario, con esos armarios de madera color naranja y blanco (puede ser?). Los abríamos para mirar las fotos de minas en bolas que algunos tenían pegadas – no voy a dar nombres, no se preocupen!

Para cerrar, una clásica entre los varones era ir a espiar el vestuario de mujeres por la calle de atrás, con la ilusión de ver alguna chica linda. No fue mi caso – la única vez que lo intenté solo llegué a ver a Cecilia Isrel en bolas. Muy mala experiencia, se los aseguro.

Alguien se acuerda de mas cosas para contar?

lunes, 25 de agosto de 2008

Y va por ustedes…

Por Claudia Messina

…para nuestras profes…

Esta vez creo que voy a ser seria (al menos lo intentaré). La imagen que acompaña este post es el motivo. Esa cartulina estuvo pegada en la pared de mi cuarto adolescente “años y años”, por eso había perdido un poco el color del marcador, y tuve que repasarlo ahora aunque respetando su letra. Me sé de memoria lo que ahí pone. ¡Cuánta sabiduría encerraban esas palabras respecto a la infancia!

Me lo escribió la profesora Josefina, “Jose”, cuando después de una de las tantas noches de baile, en el Tinglado, yo me recuerdo bailando con un chico que me llegaba ¡al hombro!, aunque no recuerdo quién era… y desde abajo varias profes me miraban y hablaban entre ellas. Como en las mejores familias, vieron?, que los mayores creen que los chicos no escuchan, no se dan cuenta… Yo no sé qué decían, pero hablaban de mi.

A esa conversación la había presidido una de las rutinarias revisaciones médicas en el consultorio de Ofelia, también con las profes presentes y diciendo entre ellas pero delante de mi, que yo ya estaba grandecita, que había que cuidarme, etc. etc.

Lo que no recuerdo bien es cómo me lo comunicaron ni quiénes pero sí recuerdo el hecho: me iban a pasar de grupo (¿de Pinochas a Robinsonas, puede ser?) aunque todavía no tuviera la edad, porque ya estaba muy grande y muy alta (hoy me da risa esto) para seguir en el grupo que estaba.

Y así fue cómo después mis nuevas – queridas y ya viejas – amigas, me recibieron a los huevazos, harinas y demás que comenté por algún lado de este blog. Me pasearon por TODO el club así hecha un escracho. Después me recuerdo sentada como si estuviera en la peluquería, en los vestuarios de Rincón Alegre con Carol y Silvia Pogliese – ¡nuestras superexpertas en pelo de toda la vida! – lavándome el cabello, no sé cuántos champúes y desenredantes usaron pero me quedó el pelo como nunca antes ni después lo tuve jamás, sedoso, brillante, ¡genial!

Tampoco olvidaré a mi primera profe. Y aunque parece que no era de las históricas, y quizás no logren ubicarla, su imagen es muy nítida y muy querida para mi. Creo que se llamaba Adriana, rubia, pelo lacio, un cierto aire a Meryl Streep (profe de verano seguramente), muy dulce y simpática. Estuvo pendiente de mi todo el tiempo ese primer día, y como también ya conté, me asignó a Sandra Mazaitis y Silvita P como mis “guardianas y guías”.

Hubo una profe que me salvó la vida. Literalmente. Creo que se llamaba Ana, ¿puede ser? ¿Canosa y de pelo corto, o melena con rulos? Un profesor ¿Cacho?, quería que me tirara a 3,60, y la tuvo a la pobre Claudia Pardini esperándome en el agua como 1 hora; me negué absolutamente. No hubo caso. Y después, en una pileta libre, vaya a saber en qué estaría pensando (¡me creería super alta y que iba a hacer pie! Ja!), me tiré solita a 1,80… Es el día de hoy que recuerdo el pánico. Mis pies tocando fondo, yo dándome un envión, subir, tomar algo de aire y ver caras de chicas que se asomaban a ver qué me había pasado y volver a bajar, así un buen rato; yo pensaba en mi familia reunida alrededor de la mesa y que a lo mejor no los iba a ver más, ¡qué trágica! Hasta que esta profe se tiró y me sacó. Ufff… a partir de ahí, no more. Yo tendría unos 9 o 10 años.

Querida profe Tina. Ya conté varias cosas con vos. Sos la profe que más tiempo tuve. Tengo muchos recuerdos tuyos: caminando por el borde de la pileta, en bikini, con ese cuerpazo espectacular, animándonos a Eugenia Asnícar y a mi, solo a nosotras dos, para que perdiéramos el miedo al agua; como comenté también, riéndote, carcajada limpia y levantando un pie hacia delante; un domingo cuando los micros ya se habían ido, bajando el puente que lleva al fondo, con Lauri y Ale rechiquititas caminando a tu alrededor, linda, con tu melena oscura, en trajecito de jean pantalón y camisa por fuera color verde oliva (¿se acuerdan que se usaban?); también contándote mis penas de amor y vos dándome ánimos, diciéndome “es lógico, donde hubo fuego…”; y la ya famosa carta a mi mamá.

Lucrecia, también te recuerdo hablando con varias de nosotras, acerca de las relaciones con chicos, parejas, matrimonio (jajaja), y contándonos que “Leo y Escorpio” como ella y su marido, ¡una unión genial!

Profe Diana, al final no recuerdo si llegué a tenerte o no; dejé de ir a Club de Niños a los 15 años…creo que alcancé a tenerte o quizás me confundo porque a veces hacían actividades juntas Tina y vos con sus respectivos grupos, verdad? Mis recuerdos más nítidos tuyos son en Cabaña Grande, con Tina, tomando mate a la noche, golpeándonos la pared para que nos calláramos cuando ya habían apagado las luces; también te recuerdo siempre riéndote…

Elsa, profe de verano, pelo cortito, alta y flaca, nuestra envidia por ser la mujer de Carlos, ese profe tan lindo, buenmozón… ¿qué será de ellos? Pero te “odiaba” por hacernos correr la vuelta al club, por decirme que me ibas a revisar la próxima vez que dijera que estaba indispuesta para no meterme a la piscina… hoy todo eso es un hermoso y grato recuerdo.

Lilí Barceló: nunca te tuve, ya que estabas con los más peques y yo empecé a ir con 9 años, pero mi hermano te recuerda siempre con muchísimo cariño. Y yo siempre te recuerdo rodeada de tus niños. Mis recuerdos cariñosos para vos también.

Silvia Saliva, creo que también la tuvimos o era profe y mamá de Juliana, compañera de grupo, y por eso la recuerdo.

Maite, qué nombre más raro me parecía y hoy me rodean mujeres con este sobrenombre en España. Fuiste supervisora de mi micro en varias ocasiones, simpatiquísima también.



Espero no dejar de mencionar a nadie, creo que han sido las principales profes que tuve y que recuerdo.

Nunca las voy a olvidar, “nuestras segundas mamás”, siempre pendientes de nosotras, de nuestra formación, de nuestra sana diversión, compinches, madres, guardianas y amigas. Gran parte de lo que somos hoy se lo debemos a ustedes. Como con los hijos, se perpetúan en todas y cada una de nosotras. Me animo a decir que es algo absolutamente irrepetible lo que nos sucedió.

¡GRACIAS DE TODO CORAZÓN! Y SÍ, ESTA VEZ VA POR USTEDES…

La Maga

jueves, 21 de agosto de 2008

Espacio para publicidad

domingo, 17 de agosto de 2008

Super 8 (Capítulo 5)

Con estos minutos finales terminamos ya el DVD. Nos quedó colgado el capítuo 2, asi que cuando sepa como resolver el problema que tiene lo voy a subir. Si esto nunca ocurre, no se asusten porque Felipe es el distribuidor oficial de las 10 copias que quedan de la edición original. El que esté interesado en adquirir una, comuníquese con él - no olviden que los DVDs andan bien.



Alberto Fernández, una vez mas: GRACIAS!!! Y que se vengan las diapositivas nomas...

miércoles, 13 de agosto de 2008

Los micros (2 de 2)

Por Luciano Palermo

Acá vemos un Scania Aerobús Galáctico, año 1989, y uno de los primeros Plusmar. Yo no tuve la oportunidad de poder viajar en éste, ya les voy a contar porque...

Este micro fue protagonista de llevar a los últimos colonos a Bariloche de vacaciones felices, tal vez las categorías ‘75 o ‘76. Creo que en el año ‘89 o ‘90 ya no había acuerdo con Aerolíneas Argentinas y solo se pudo ir en micros a todos los destinos de nuestras vacaciones. Solo le faltan las alas para parecer un 727!!! Este mismo micro fue el precesor del micro bala y se le solía decir 'super bala'. No estoy muy seguro pero creo que fue así, si alguien sabe con exactitud, por favor corríjanme.



Yo conservo los mejores recuerdos de mi infancia en el Club de Niños, es por eso que me acuerdo de muchas cosas y pequeños detalles después de 18 años. Paso a contarles el porque:

Como algunos sabrán, soy categoría ‘79 y no pude egresar de colono, ni poder llegar a Bariloche ni a ser Delfín... por culpa del innombrable que todos conocemos. Soy el más chico de cuatro hermanos y eso me hizo ver mas allá de lo que pude ver a mi edad en el club. Bueno, no me quiero extender mas, solo quería contarles unas pequeñas historias sobre ELLOS, nuestros gigantes, nuestros micros. Ellos eran los protagonistas y encargados de trasladarnos ida y vuelta a nuestro club y de llevarnos a nuestras tan esperadas vacaciones felices.

¿Quién alguna vez no se emocionó cuando los veía llegar desde lejos?

sábado, 9 de agosto de 2008

Los micros (1 de 2)

Por Luciano Palermo

La foto que ven es de la ‘Compañía Argentina de Turismo’, con uno de sus Panorámicos Dic Deutz 1977.

Desde que yo comencé la colonia, estos micros se encargaron de traerme desde Villa Devoto hasta el club cada fin de semana. Claro que en verano se mezclaban con otras empresas como ‘Turismo de Luca’, los primeros ‘Plusmar’ y alguno de procedencia desconocida, ya que éramos cientos y cientos de chicos los que ibamos al club. Creo que en los dos últimos años había ido ganando el mercado Plusmar, pero ese será motivo de otro post.



Durante el viaje en el micro 'C', que para los Palermo comenzaba en Av Gral Paz y Av Lastra, hasta Panamericana. Luego Acceso Tigre (que en esa época estaba destruido y el chofer no paraba de esquivar pozos y baches) Av Liniers hasta el puente, giro a la izquierda hasta González y finalmente a la derecha, donde ya se podía divisar el portón verde y ahí mismo ponerse a pensar quienes iban a estar o faltar ese día. Caminito a la cancha de handball y gritarle al profe 36392, (obviamente ese era mi numero de orden).

Mi supervisor era medio cabrón, se llamaba Mascaro, y el chofer del micro se llamaba Patrono. Todo eso en el micro 'C' que iba por el alto. Al final, allá por el año '90 nos agregaron el micro 'G' que iba por el bajo, claro que era mas divertido, ya que pasaba por la Av Maipú, Centenario, Libertador, Cazón y nuevamente el gran puente. El Supervisor era Ebrain, un viejito re-bueno, y el chofer se llamaba Marcelo.

En el micro, además de putear a la gente por la ventanilla y tirar “cositas”, jugábamos al poliladron y escuchábamos a Elton John, ya que el chofer era fanatico...

Ustedes se acuerdan de su viaje y recorrido?

martes, 5 de agosto de 2008

Super 8 (Capítulo 4 - Parte 3)

viernes, 1 de agosto de 2008

Melodías de amor y amistad

Por Walter y su piano

Aca les dejo una que sabemos todos. Quiero embargarles el corazón ya que fueron muchas las horas muy felices y no podemos olvidar todo lo que allí aprendimos, es decir, en el Club de Niños.

Les aclaro que la interpreto de oido, sin pentagramas ni nada por el estilo.




Saludos a todos,

Walter "Luifa" Fernández (10)