miércoles, 26 de noviembre de 2008

Colgando de un puente

Cruzar el puente colgante era una especie de aventura única, tal vez porque al hacerlo, la cercanía al club era ya una realidad (tan solo 2 o 3 cuadras) y el corazón nos comenzaba a latir más rápido. No era lo mismo usar este puente que el de la calle Lima.

Cabe recordar que su mantenimiento tuvo épocas desastrosas, con muchas tablas ausentes, y problemas de estructura, lo cual tornaba muy peligrosa la cruzada. Y claro que esto empeoraba drásticamente si en el medio del puente, algún irresponsable empezaba a moverlo de lado a lado y de arriba hacia abajo, haciendo crujir las maderas hasta decir basta. También estuvo clausurado por un tiempo largo, hasta que un buen día lo arreglaron bastante bien y nunca más dejó de funcionar.


Fernando "Pachanga" Maniera, Vero de Pablo y Gaby Carral...

De alguna manera, los días eran mejores si llegábamos al club desde ese lado del río. Por ejemplo los días de semana en verano, tal vez significaba que habíamos viajado en el 60 o el tren, lo cual nos daba la libertad de boyar en forma continua toda la jornada, en lugar de estar corriendo alrededor de la cancha de fútbol bajo las órdenes de algún profesor del verano y con 38°C de temperatura. En invierno, si era durante el cross de los sábados a la mañana, quería decir que al fin estábamos por llegar al portón de entrada, con la lengua afuera y sin aire, ya apenas empezando el fin de semana – que salud! O tal vez para una escapada a las costas del Tigre, la vía mas directa era el puente colgante, pasándolo sin mirar mucho hacia la izquierda, como para evitar ser vistos por algún profe que justo de casualidad estuviese en Milberg observando la escena, a orillas del Reconquista.

Gaby, Felipe Giovannetti y Vero...

Analizando un poco las imágenes, esto no parece exactamente ser una preocupación para esos cuatro juveniles, que hasta se detuvieron a sacar fotos para el recuerdo. Al día de hoy, se desconocen los motivos que tuvieron para salir del club aquella vez, pero según informantes, se sospecha que la idea de los muchachos era llevar a las chicas a un concurrido telo de la zona del Puerto de Frutos. Lógicamente jamás lo lograron… no ellos dos, al menos.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Cena de fin de año

Por prof Felipe Giovannetti

Queridos amigos

El sábado 13 de diciembre a las 22:00, nos reunimos para despedir el año en la pizzería “Ebro” de Entre Ríos y Belgrano, Capital Federal. No se trata una cena de una “camada” en especial, sino que es para todas las edades y grupos. Ya varios confirmaron su presencia, y en muchos casos con sus familias. El costo de la modalidad “libre” ya sea de empanadas y pizzas de variados gustos, mas una bebida, postre, café y brindis final es de $37. Necesito que por favor me avisen lo antes posible a
alejandrogiovannetti@yahoo.it o 4371-3608 para poder hacer una reserva exacta del lugar a ocupar.

Espero verlos allí…

Felipe

viernes, 14 de noviembre de 2008

Tubos rodantes


Seguramente más de uno ya los había olvidado por completo, pero el blog se encarga ahora de revivirlos… los tubos de gas!!! En cuantas actividades los habremos usado? De cuantos colores distintos los habrán pintado en todos aquellos años? Cuantas veces nos habremos caído intentando hacerlos rodar con los pies?






Las fotos tienen toda la pinta de ser en alguna fiesta de fin de temporada en Milberg, donde vemos en primer plano a las niñas Gabriela Rolando y Erica Herrera, demostrando habilidades varias con este elemento. Que efecto mágico provocaba verlos rodar, pintados tan vivamente y con esa onda tan 60s!!! Y además debemos resaltar que eso sí era reciclar, nada se tiraba en Gas del Estado, todo se transformaba y se volvía a usar, una y otra vez…

domingo, 9 de noviembre de 2008

Visitas ibéricas (11.10.08)

Por Gustavo Novo

“Esta es la historia de un hombre que una vez fue niño, y forma parte de un grupo de gente privilegiada que vivió y creció en el Club Gas del Estado”... dije hace algunos meses atrás. Hoy la historia vuelve a repetirse casi 40 años después, pero con algunas “pequeñas” modificaciones.

Llegué a Argentina después de casi 7 años, el sábado 4 de Octubre y al recorrer las calles que transité de pequeño, me detuve en la esquina donde tomaba el micro para ir al club. Y los recuerdos de tantos años vividos se agolpaban en mi corazón, ya que el sábado 11 me reencontraría con muchos de ustedes.

Como aperitivo, el lunes anterior, Víctor Gilabert y su familia me regalaron una hermosa cena en su casa junto a Nestor Villamil, Gustavo Asnicar y sus familias. Debo decir que el reencuentro fue de lo más emotivo para mí, y comprobar que al cabo de 5 minutos era como si jamás nos hubiéramos distanciado. Sería muy injusto elegir un momento de todos los vividos pero, Víctor debo decirte que guardo como algo imborrable el reencuentro en tu casa. Mil gracias!!!

También me traje una marca en mi corazón que dejó la profe Bea. Almorzamos junto al gran Meléndez en su casa y creo que no quedó tema sin tocar, o recuerdo sin recordar. Nos despedimos hasta el sábado, y en este caso, no me llevó mi viejo, pero Víctor me pasó a buscar por casa de mi cuñado. Con ansiedad preparé el bolso y me puse las “pilchas” del club. Hasta con remerita blanca para no olvidar gratos tiempos pasados. El viaje transcurrió entre conversaciones varias y de mi parte con mucho nerviosismo, ya que el reencuentro era algo inminente.

No tengo palabras para describir lo que sentí al entrar al club, y tenía tal nudo en la garganta que me era imposible hablar. Caminar junto al mástil, por la terracita, mirar la pileta y mi querida cancha de handball a lo lejos, debe ser una de las mas profundas sensaciones que he tenido en años. Al cruzar el puente rumbo al fondo ya divisé algunas caras conocidas y las miradas se entrecruzaban, pensando si era realidad todo lo que estaba viviendo.

Yo creo que muy pocas personas tienen la posibilidad de vivir algo igual. De sentir el abrazo y cariño de todos los que estaban, de poder disfrutar el verlos aunque sea cada tanto. Cómo hace 40 años me recibió el profe Eduardo, que grande profe!!! Para mí era como si proyectaran nuevamente la misma película. Pero que bien se siente uno al tener tanta buena gente alrededor!!!

El día transcurrió con mucha conversación entre todos y con un gran partido de softball coronando la tarde. Todo era igual!!! Salvo que ahora en vez de putearte a la antigua, te dicen como escuché al referirse a un gran y exitoso escritor al pifiar una bola: ¡Anda a escribir a PARA TI!!! Hombre, un poco mas de respeto, no??? Jajaja… El viaje de regreso me devolvió a la realidad junto a los Palópoli, gracias mil tambien!!!

Para ir terminando déjenme decirles que las reuniones de los sábados tienen un valor inimaginable, que esta segunda oportunidad es de oro y no deben perderla. Por ultimo, en Ezeiza debí pagar exceso de equipaje ya que me traje en la valija el afecto y cariño de todos ustedes y aunque para alguno suene cursi, los llevo en mis pensamientos y en mi corazón. Gracias a todos por haberme hecho revivir los grandes momentos de mi infancia, gracias por las infinitas muestras de cariño. En definitiva, gracias, muchas gracias a todos y espero que si andan por aquí pueda retribuírselos.

Cariños

Gustavo Enrique Novo

martes, 4 de noviembre de 2008

Visitas ibéricas (13.9.08)

Por Marcela Albanese

7 años y 2 días habían pasado desde la última vez que pisé el club con mi hermano.

El 11 de septiembre de 2001, Ale me había invitado a celebrar el día del maestro con la promesa de una sorpresa. Qué sería? No tenía ni idea, pero no importaba, saldría con mi hermano. Tempranito a la mañana, ya estaba lista esperando ansiosa como las abuelas, jaja. Me acuerdo que escuchaba a los Redondos… pongo la tele y zas! Se caen las Torres Gemelas… “Maldición, va a ser un día hermoso!” cantaba el Indio … (qué paradoja).

Mientras todo el mundo hablaba de terrorismo, nosotros partíamos hacia mi esperadísima sorpresa. Debo admitir que mi (no) sentido de la orientación había conservado el misterio de la sorpresa más de lo debido, ya que reaccioné recién cuando el puente me dio la bienvenida a Tigre.



Marce y Ale - septiembre 2001

Llegamos al club y me invadió la emoción y la nostalgia, en ese orden… pedimos entrar a recorrer y, si bien ya habían pastado las ovejas y no había pastizales kilométricos ni travestis escondidos “porái”, no era el club de Barceló, con sus rosas imponentes, pero recorrerlo fue hermoso. Cada rincón tenía una historia.











El sábado 13 fue otra historia, esperaba con muchísima ansiedad encontrarme con mis amigos, pero muchos tuvieron ocupaciones que les impidieron estar ahí. Por suerte, me bastó la calidez de los que sí estuvieron.












También fue hermoso ver a “los grandes” y sentir su calidez que de chica nunca pude, después de todo, siempre fui “la hermanita de Ale”, jajaja. En fin, fue un hermoso sábado.

Nota de color: Tengo que agradecerles a todos la tarea de rastrillaje ante la inminente pérdida de mi hijito, Dante: fueron unos eternos minutos de búsqueda hasta que dimos con él. Al parecer, la criatura seguiría los pasos de su madre, ya que el niño fue encontrado boyando junto al río.















Izquierda: Micaela y Dante. Derecha: Javier y Pia haciendo unas pruebas.


Repito, fue un hermoso sábado!