jueves, 29 de noviembre de 2007

Acción Social

Enviado por Fernanda Flores



martes, 27 de noviembre de 2007

Ya somos más!

Por Carolina Chavez Fortes

Sí, mas mujeres!!! De a poco van apareciendo. Todo gracias a Luciano Palermo (Franco Bagnato para los amigos). No sé porque se inclinó para el lado de buscar mujeres... en fin... pueden ver las fotos del último encuentro del 11/11/07, en mi album.

Desde el 27 de octubre (y antes también) Luciano empezo a pedir que nos acordemos de nombres y apellidos, y en uno de esos pedidos Jimena Fariña recordó que tenía una agenda con teléfonos. Ahí comenzó a pasarle algunos de los números, y asi encontró a una tal Mariela Gelpy y a otras. Pero a él no le alcanzó con la agenda de Jime, noooo él iba por mas... y no estaba dispuesto a parar hasta encontrarlos a todos. Asi fue (no sé como) que le pasaron o encontró una página para buscar por nombre y apellido, y dió con el paradero de Sebastián y Damián Barido, de Carolina Montorfano, Dina, y un montón mas que ahora no me acuerdo.

Para mi, Luciano es una persona de esas que no se encuentran en todos lados, el amigo que me entiende, me escucha, me levanta el ánimo, me hace reir, me aconseja, me reta, me trae a la realidad, me hace ver las cosas de la mejor manera, el que me pide que siempre esté, que lo entienda, que lo escuche. De chicos me robaba el palo de hockey, los patines, y era a la única que jamás, pero jamás deliró o peleó. Siempre cómplices, siempre compinches.

Si bien todos lo recuerdan por ser el quilombero, el cabecilla, les puedo asegurar que eran tan sanas las maldades que hacía, que hasta causaban (a veces) risa. Y ahora... es una persona de un corazón enorme, que trata siempre de unir, de buscar la manera de encontrarnos.

Para él como para todos nosotros, el club fue lo mas importante, como una remera decía por ahi, nos dejo las marcas en la piel. Y él a su manera también las dejo y sigue dejando. Fue él quien siempre trató de buscarnos y de juntarnos; recuerdo como si fuera ayer cuando me llamó por primera vez, hace ya muuucho tiempo... no tenía ni 16 años, y del otro lado del tubo estaba Luciano...


Amigo, te quiero tanto que es inexplicable!!!

GRACIAS!!!

Tu amiga por siempre,

Carito

sábado, 24 de noviembre de 2007

Si Mahoma no pudo ir a la montaña...

Por Laura Ibañez

Jamás creí poder concretar un sueño por tantos años, soñado… Nunca imaginé que tantos corazones latían a un mismo compás recordando el Club de Niños.

Que puedo agregar yo a la genialidad de los comentarios de muchos de ustedes, a la sensibilidad de tantos otros, a tanto amor expresado “como salga”, a cada gesto, a cada abrazo, a cada lágrima de felicidad y nostalgia hecha realidad el día del encuentro? Sin dudas uno de los días mas felices e inolvidables de mi vida!!!

Fue tal el sacudón, que necesité unos días de descanso. Así fue que preparé mi bolsito, mi cámara de fotos y emprendí mi viaje, el mismo que hago desde hace ocho años, desde que perdí a mi viejo.

Y estaban ahí, la misma roca que espera mi llegada y el mismo mar que se sigue llenando con cada lagrima que dejo. Y ahí estaba yo, pero esta vez con la ilusión de poder encontrar a quienes sabía que por razones de fuerza mayor, laborales o de salud, no pudieron concurrir al encuentro.

Es por eso que esta vez, lejos de dejar mis lágrimas, decidí traer un granito de arena para todos aquellos que hubieran querido compartir esos besos y esos abrazos conmigo.

Profe Cristina y yo

Profes Alberto y Cristina

Fabián Bolinches y yo


Y a vos Chikito enorme... mi eterno agradecimiento:

Querido Esteban (Chiquito):
Hoy tuve la agradable sorpresa de un llamado de Laura Ibañez, para pedirme, si estaba de acuerdo, que te escribiera una carta referida al blog. El comentario de Laura, agregado al de tus hermanos nos da a entender el éxito que tuvo el encuentro. Que gracias a tu idea, se produjo y que les permitió a los concurrentes recordar con mucha alegría tiempos pasados en el club, sobretodo los inolvidables años del bendito 'Club de Niños'.


Te podrás imaginar lo orgullosos y felices que nos sentimos al saber que fuiste vos el precursor de semejante movida. Espero que en el próximo encuentro puedas estar junto con Nury y Loretta. Con papa, lamentamos muchísimo no haber podido concurrir, pero en el que vendrá seguro que estaremos ahí, no pensamos faltar. Les mandamos un beso grande, y nos mantendremos en comunicación.
Chau, los queremos mucho... Marta y Pablo


Saludos a todos,

Laura

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Díganme buchón

Por Guillermo Rolando

Hay un lugar del club que muchos dejan de lado, pero que en mi caso fue también un motivo de inspiración, búsqueda, crecimiento.

Siempre recuerdo al club por lo bien que la pasábamos en Club de Niños, pero también por esos momentos en que con los que teníamos la dicha de ir con nuestras familias nos quedábamos a disfrutar del mismo cuando los micros se iban. Era como que pasaba a ser nuestra gigante casa quinta propia, y de hecho conocimos al club y sus alrededores palmo a palmo. ¡Si hasta pasábamos horas escondidos charlando en las cuevitas que había debajo de la casona de Milberg! Y eso que llegar a la Cueva de las Brujas era más que difícil; dudo que Esteban o alguien tenga una foto de dicho lugar (*), pero es fácil imaginarlo o encontrar algo que lo grafique.

Qué lindo que era estar en el club cuando la noche iba bajando su telón. El rocío, el olor al césped, los nogales (mis preferidos eran los que estaban al lado del río, cerca de la esquina imaginaria que hacen la pileta, la cancha de handball y el puentecito a Robinsones). Aquellas nueces del Tigre bien pudieron ser mi iniciación para ser pateador de fútbol americano, pero siempre aparecía alguien para cortarnos el entusiasmo de revolear pelotazos para arriba. ¡Si hasta casi nos suspenden por ello! Por suerte pude convencer a Héctor Ángel de que estábamos en época de poda (aunque en realidad nos deben haber perdonado por la fuerza del convencimiento).

Bueno, en realidad no era de eso de lo que quería hablar (digo, escribir), sino de un lugar "distinto". Al mismo acudía generalmente al mediodía, mientras esperaba que mi viejo terminara de hacer el asado, o cuando iba de camino desde el comedor hacia el fondo. Si hacía calorcito previamente pasaba por el pañol a buscar una reposera.

El sitio quedaba ahí nomás de la terracita. Una casita pequeña, similar a las cabañitas aunque algo más empinado su techo, si la memoria no me falla. Adentro siempre estaba esa señora amable de voz suave de la que nunca supe el nombre, que aunque no hubiera nadie te habla en susurros, ya que estábamos en la biblioteca. Ahí aprovechábamos a leer (hojear, bah) los diarios del domingo. Y en mi caso era uno de los sitios de búsqueda y devolución de libros y revistas cuando tenía fiaca de ir a la biblioteca central (primero ubicada en calle Alsina y posteriormente esa enorme y espectacular en la planta baja del edificio de Don Bosco, frente al edificio de los consultorios médicos de Boedo). Por aquel entonces "engullía" policiales (gracias a la biblioteca de Gas leí gran parte de la obra de Agatha Christie).

Pero gracias a ellos descubrí a grandísimos autores y haría mal en nombrar alguno. Quizás sí tenga que reconocer que me sumaron a las huestes de fanáticos de Astérix y Obélix. ¡Qué hermoso era sumergirme en sus historias tirado en una reposera con el eco lejano de pájaros, ruido de patines y "carritos", voces, viento, hojas que se me hacían centenarias! En definitiva, qué lindo era sacarle provecho al club en todo sentido. Cómo se extrañan esos tiempos.


(*) Error...

lunes, 19 de noviembre de 2007

Más historias verdaderas

Por Norma Beatriz Capón

Leo el blog desde hace un tiempo, pero hoy me decidí a contarles mi historia. Soy de unas cuantas generaciones atrás. Corría el año 1962 y éramos sobrinos de un agente: Bernardo Pou, jugador de pelota a paleta, con dos hijos, Raúl y Ricardo.

Profesor Elías, Oscar Peña, Juan Borgarello, Perillo, Sra de Traian, Norma Capón, Susana Lamela.


Al tiempo de empezar a concurrir, formamos una barra de edades que oscilaban entre los 18 y los veintipico. Para este grupo no había actividades armadas con profesores, pero luego de varias idas y venidas formamos equipos de voley masculinos y femeninos. Tuvimos la dicha de que nos destinaran al profe Elías y la profe Yoli (Yolanda). Arriba: Eduardo Bringas, Silvia Locatelli, Elena Candel, Susana Bisignani, otra chica que no recuerdo, Pascual. Atrás: Mario Stein, Jorge Gallego, Osvaldo Cobas, Alberto Berdier, Willy Cobas, Raúl García, Osvaldo Cacace, Oscar Peña.

Almorzábamos todos juntos en el comedor; que mesas trágicas para los mozos! Después, la típica siesta bajo los árboles. Aquellos fueron años maravillosos, los carnavales en que nos ibamos a las tres de la mañana y al otro día ahí nuevamente. Eso sí, durmiendo en los micros, llegabamos chochos para un nuevo día, sin faltar aunque lloviese. Equipo de fútbol GEPO (del pelado asesino) año '64. Arriba: Osvaldo Cacace, Jorge Gallego, Perla, Rodriguez López, Gómez, Stecar, Berdier. Abajo: Pichi Mateus, Torres, Panzarini, Giannotti, Mario Stein.


Se formaron dos equipos de niñas y varones, que se federaron alla por el '65. Luego se fueron incorporando en los torneos del grupo de los mayores, que nos divertíamos muchísimo. También empezaron a formarse las parejitas que hasta hoy son pareja, por eso les sonarán algunos apellidos, por los hijos. Recibo de los fogones... inigualable!


Mi caso fué que me alejé unos años del club, forme una familia y luego volví un día de visita, ya separada, con una hija... y allí me encontré con otro separado de la barra: Osvaldo Cacace y sus tres hijos... y colorín colorado, hoy tenemos cuatro hermosos nietos, uno de cada uno de nuestros hijos: Candela, Hassan, Quimei y Federico. Carrera de regularidad, con el profesor Willy (el galan del club) y el profesor Blanco. Dentro del coche, el piloto Osvaldo Cacace, copiloto Pichi Mateus. Salieron terceros.

Tambien recuerdo que en aquel grupo estaban Rousi Gómez, Raúl García Ferraris, Raúl Kyska... pero me estoy olvidando de varios mas - perdon!!! Arriba: Carlitos Russo, Eduardo Bringas, Mario Stein, Elida Racciotti, el profe Osvaldo Morignino, Alicia Prieto, Jorge Gallego, Silvia Locateli y Oscar Peña. Abajo: Mary Marinaro, Susana Bignati, Osvaldo Cacace, Ester Peña, Norma Capón, Haydee Gómez.

Año '64, en la fiesta de fin de año. Las niñas de izq a der: Mary Marinaro, Elena Candel, Ester Peña, Norma Capón, Cristina de Sucursal Belgrano, Alicia Prieto. Los muchachos de izq a der: Raúl García, Dr Carvallo, Osvaldo Cacace, Mario Stein, Carlitos Russo, Oscar Peña, Eduardo Bringas.

Saludos para todos,

Norma

sábado, 17 de noviembre de 2007

El hechizo de Nadia

Por Marcelo Birmajer (una idea de Andrea "marcada en la piel", con la colaboracion del blog)


Estimados colonos/as

Me presento nuevamente ante ustedes, simplemente como intermediaria para presentarles esta “joyita” que forma parte del libro “Hechizos de Amor”, autoría de un colono que asistió al “Club de Locos Niños”. Tuve la oportunidad de leer todo el libro y no hay cuento en el que no aparezca una referencia a nuestro amado CDT. Se ve que el chico quedó “muy marcado” por las vivencias del club. Por lo tanto, les recomiendo su lectura completa. Se consigue en cualquier negocio del ramo. La editorial es Santillana.




Agradecemos al “monoautor” por haber autorizado su publicación en este gasifero blog. Que lo disfruten.

Marcas en la piel

martes, 13 de noviembre de 2007

Deportes en el recuerdo

Por Malena Jadur

Aqui podemos apreciar mas fotos, recordando algunas de las actividades para mayores, las cuales no han sido muy mencionadas todavia (excepto teatro).



Por ejemplo, el equipo de voley estaba a cargo de la profe Yolanda Estarellas (Yoli). La vemos primero en una charla tecnica con algunas jugadoras. Abajo, partido de voley, en las autenticas canchas de polvo de ladrillo.


Luego, el tenis estaba a cargo de la profe Dorita Tousedo (creo que se escribe así) y del profesor Nuñez. Eramos un grupo muy lindo, además de compañeros, eramos amigos. Se habia armado un equipo representativo del cual formé parte. En la foto vemos de izquierda a derecha: profesor Hors (?), "Pichi" Pires Mateus, yo (Malena), profesora Dorita, Elida R y Oscar Peña.


Sería interesante que si alguien de los que participó de estos grupos lee esto, se pusiera en contacto para que existiera la posiblidad de un re-encuentro. En la siguiente foto tenemos a los profes Rosales (pileta), Mosquera (pileta), Billy (tenis) y Rosetti (pileta).



Quedo a la espera de noticias.

Gracias y saludos a todos,

Malena

domingo, 11 de noviembre de 2007

Como ya lo he dicho muchas veces

Por Guillermo Augusto Sanchez

Varios de ustedes ya lo saben, la vida fue muy generosa conmigo. Me permitió tener una infancia feliz junto a amigos para toda la vida, algunos con contacto habitual, otros no. Me permitió gestar los más maravillosos y hermosos hijos que siempre soñé (4) - soñé… hasta que nació la primera, después nunca más dormí! Me permitió enamorarme “para toda la vida” en varias oportunidades. Me permitió equivocarme y volver a empezar, y volver a equivocarme. Y ahora, me permite recuperar parte de mi historia, que confieso: siempre pensé que ya “nunca más…”.

Es por eso que me debo estas palabras. Primera mención: a mis viejos, que hubiera sido de mi sin la existencia, el apoyo, afecto y errores de ellos?!

Mis primeros recuerdos se remontan allá por 1962 ó 63, cuándo la pileta de natación sólo era un rectángulo un poco más grande (muy poco) que la de Milberg. Cuando se inauguró el mástil que ya no está. Cuando había caballos. Cuando se inundaba. Poco tiempo después, por primera vez, fui inscripto en el Club de Niños ó “la Colonia” como la llamaban algunos.


Atravesé casi todos los escalones, desde Duendes hasta División Juvenil Mayores, pasando por distintas jerarquías paralelas como Mojarrita, Delfín, Dakota, handballer (¿¡), boyador profesional y co-organizador de eventos musicales y danzantes. Ah… y una vez fuimos DJs con Polito. Dormí en la cabaña grande (ahora se ve más chiquita, no?), arriba de secretaría, y cuando empezamos a crecer, en las famosas “cabañitas”. Las primeras tenían techo tipo quincho y fueron testigos mudos de nuestros primeros “gestos de amor en soledad”.

Festejamos cumpleaños, hicimos campamentos, tuvimos novias (en muchos casos ellas no lo supieron nunca!). Participé en grescas y tumultos varios (Gracias Jorge Somaschini y otros por defenderme, dada mi escasa talla) y pasé varias veces por el consultorio médico para reparar heridas cortantes (Gracias Jorge Romanelli).

Después del ‘76, nos dispersamos mucho (nos dispersaron). Luego, lo intentamos y en el ‘92, nos dispersaron más amablemente… pero de manera contundente. Y aquí estamos, dispuestos a reiniciar la lucha por recuperar (al menos espiritualmente) nuestro Club de Niños. En eso estamos, gracias a algunos empecinados y otros cómplices, cuyos nombres seria redundante mencionar – todos sabemos quienes son.

El 27 llegué un poco tarde y el corazón me latía a mil cuando iba caminando por la terraza hacia “el fondo”. Al primero que ví fue a Dieguito Bobone, de quien recibí la primer señal de que todo no había sido un sueño. Luego… bueno… ya saben, ya sabemos, que placer, que reencuentros, algunas “ausencias” dolorosas, lágrimas cantando “Club de niños ha de ser el que forje mi sentir…” . Los “nuevos viejos amigos”, como dijo Gustavo Novo y los “nuevos viejos nuevos amigos” (hermanos bloggeros), nos reencontramos en el lugar de donde nunca se fue nuestro espíritu, nuestra infancia, nuestro amor.

En sentido horario: yo, Mario Borra, Jorge Somaschini, Dante Alegrini, Roberto Barri.

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Propongo al 27 de octubre como el Día del Club de Niños.

Un fuerte abrazo para todos,

Guillermo

jueves, 8 de noviembre de 2007

Volver

Por Ana Laura Cappa

Desde el día de la inolvidable gran reunión del 27 hay varios sentimientos e ideas dando vueltas en mi cabeza, uno tiene que ver con la nostalgia, cómo no, de todo lo que vivimos allí, de ver a quienes creímos olvidados y de comprobar con felicidad que nos recodaban como gente de bien. Este sentimiento quedo por demás plasmado en el blog y difícilmente vaya a tocar algún tema que no se haya abordado.

Otra imagen surgió cuando hablaba con mi mamá, que también participo de la reunión. Tenía que ver con el estado general de las instalaciones: me dijo “están bien ¿pero sabes lo que les falta?, el amor que les pusieron en el pasado”.

También pensé en volver, y no encontré caminos de regreso, otra reunión esporádica parecía insuficiente, y forzada, y corríamos el riesgo de convertirnos en unos eternos nostálgicos de lo que fue… pensé que simplemente había que volver, volver a habitar sus espacios y ver que surge entre los nuevos grupos que se vayan formando, pero todo me sonaba a poco.

Llegue a la conclusión que de tanto pasado se podía generar algo en el presente, mejor aun, algo para el futuro, aquí va una idea, que como toda idea será aceptada, rechazada e ira tomando fuerza, o no, entre algunos que se sumen.

Oí en la reunión que los “ex colonos” iban a solicitar una baja en la cuota o en el valor de la entrada. Pero se me ocurrió, que además, se puede ofrecer a los “ecosoles” a cambio, formar una suerte de comisión, entre nosotros, que a cambio de ese descuento se compromete a realizar mejoras y actividades en el club (¿me siguen?).



La verdad es que las cosas que faltan en principio son bastante fáciles de hacer: poner arena en una plaza, cortar algún pastito, y quien te dice, poner algunos rosales en los canteros. Algo de pintura tampoco vendria nada mal en ciertos lugares, no?

Por supuesto que no se van a sumar todos, cada uno tiene sus vidas y no todos tienen la posibilidad, pero no importa, unos irán mas al frente y otros apoyaran (nos comunicamos vía mail) o irán cuando puedan o haga falta.

Es una idea de inicio, después se vera que se genera, de acuerdo a la receptividad de los ecosoles, y otros factores. Pero incluso empezando por algo muy “chikito” estaremos dando un ejemplo a nuestros hijos: de que se puede creer en algo, de que lo bueno no esta solo en el pasado, de que podemos cambiar este presente, de que podemos unirnos en pos de un bien común.

Romina Belinky, yo, Patricia Potignano.


Y quien te dice que el día de mañana no armemos con algunos profes amigos y cinco o diez de nuestros chicos un nuevo club de niños, no como el nuestro, un club de niños mejor, porque existirá en el presente – mi beba tiene 8 meses, aun tenemos tiempo.

En este blog, en su gente, hay una energía y una capacidad que mueve montañas. Usémosla en pos del futuro, como diría Fito, para volver con alguna verdad que ayude a quedarse.

martes, 6 de noviembre de 2007

Porque nos fuimos, no estamos, o sí?

Por Gustavo Novo

El pasado 2 de noviembre a las 2am, aun no podia asimilar el no estar el el Tigre aquel dia, pero para que tengan una idea de lo que se vivió aquí, les cuento que...

El 27 comenzó el 25 a la noche. Cuando llegue de trabajar Sandra me pasa el teléfono “para vos...” del otro lado la profe Bea, no tenia palabras, no sé lo que dije, ni lo que me dijo, solo escuche una voz que me llevo 35 años atrás... debería grabar las conversaciones!!!

El 26 termine de trabajar un poco tarde para que la ansiedad no me jugara una mala pasada, volví a casa, me duche y salí para el aeropuerto a buscar a Marcela y familia, llegue como me pasa siempre, mas que temprano.


La verdad es que esperaba reconocerla, la había dejado de ver cuando era una nena y ahora tenia que hacerme la idea como seria de madre y esposa, pero después de ver 500 personas los ojos se me cruzaban, entonces me dije, “busca una que venga con un hijo y así achicamos las posibilidades”.

Al rato apareció y nos reconocimos enseguida, era como la recordaba en su casa cuando nos juntábamos con Ale, nada había cambiado, o sí? A casa y a dormir, el 27 seria largo. Nos levantamos y las charlas se tornaron más familiares, como si fueran de toda la vida, debe ser el “Made in Gas del Estado” que todos llevamos dentro.

Sobre las 11am llamo el Huevo que se había vuelto a perder, como la primera vez, pero mucho más cerca – Huevito, la próxima acertas!!! Fuimos a buscarlo y cuando llego, grandes abrazos entre los chicos, mirándolos pensé que por una vez la diferencia horaria estaba a nuestro favor, estábamos viviendo 5 horas antes que ustedes lo que significaba el reencuentro después de tantos años. También pensé que nuestro reencuentro seria como más intimo. Como casi todas las cosas que nos pasan a los que estamos fuera, al ser poquitos es así, mas intimo. Atención, no quiero decir que sea menos. Es distinto, cuando se toma una decisión de este tipo, hay cosas que se ganan y otras que se pierden, es parte del trato.

Sobre la 1pm salimos para la parrilla, ya había confirmado el día anterior y nos esperaban como la última vez. Pedimos las empanadas para matar el tiempo porque Chikito no aparecía. Pensé, es lógico, de conducir a la derecha y no conocer el lugar, pero no, el señor estaba de compras y nos aviso que en un rato llegaba.

Al final llego casi con 1 hora de retraso (nene, la próxima te quedas afuera!!!), las presentaciones del caso, esta es mi esposa... esta es la mía... y al ataque del asado. Hubo brindis, hubo risas, hubo charlas cruzadas y llegaron los postres, casi todos optaron por los que llevan dulce de leche, ¿por qué será??? Hubo algún “extranjero” que pidió tarta de queso con limón o algo así… será lo que comen en Bedford?


Había pensado ir a un parque, pero ya estamos en otoño y estaba fresco, tirando a frío así que a casa a tomar unos mates con pan dulce casero que nos regalo el Huevo (Donde lo compraste???). Previendo la cena, habíamos encargado en el mismo lugar unas pizzas así que a la noche dimos cuenta de ellas.

Hubo miles de anécdotas, recuerdos, pero lo mas cerca que estuvimos fue cuando pudimos establecer una comunicación telefónica, se escuchaban cánticos, gritos y risas de cientos de personas del otro lado del teléfono. De este lado había 4 locos que se emocionaban con los comentarios que recibíamos de ustedes: “los queremos, los extrañamos...” Yo la pase genial, bárbaro, me encanto recibirlos a todos en mi casa. Marcela se quedo a dormir, al Huevo le dije: “macho, hay overbooking, si te sirve el sofá, es tuyo!!!” Y se quedo también. Esteban, tenia donde quedarse, así que partió por la noche.




Cuando lo vi alejarse muchas preguntas vinieron a mi mente y pensé por cuanto habría que multiplicar lo que habíamos vivido nosotros para que se parezca a los de ustedes.

Leyendo a Freddy Tanus, (creo no recordarte, ni que me recuerdes, pero lo que escribiste esta genial!!!) puso que: Annie Lennox me dijo algo: “parece que las cosas son buenas cuando no las tenemos más”. Y hay mucho de cierto, estamos a 12.000km de distancia y no estuvimos ahí. Ya se, me dirán que estuvimos en el corazón y el recuerdo de ustedes, y seguro que fue así, y no saben lo que se agradece.

Intente cerrar los ojos y llegar hasta ahí, pero me fue imposible. Se que hay algo real e inapelable, cuando se gana algo, se pierde algo, y al menos de mi parte lo tengo asumido, se que no voy a disfrutar de muchos momentos, pero también se que me hace muy feliz saber que ustedes lo son, que la pasaron genial y que volverán a reunirse.
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Por ultimo y se que hablo en nombre de todos nosotros, cuando estemos por ahí en vez de cerrar los ojos para llegar a ustedes, esperamos estrecharlos en un gran abrazo para llevarlos siempre en nuestro corazón.

Cariños,

Gustavo "3739" Novo

domingo, 4 de noviembre de 2007

Fiesta

Por Alberto Ochoa

Gente, no quiero dejar pasar la oportunidad de contarles una anécdota. Desde que salí del club, que no para de sonar en mi cabeza algo que escribió Serrat y define de modo cierto todo lo que viví el sábado. Me voy a ayudar entonces, con uno de esos que saben traducir en palabras las cosas que uno piensa o siente, y a veces no sabe como expresar.

Dice el poeta:

"Gloria a Dios en las alturas, recogieron las basuras de mi calle ayer a oscuras y hoy sembrada de bombillas..."

El sector de parrillas del club se sembró de bombitas de luz, un par en la cara de cada uno de los que tuvimos la oportunidad de vivir ese momento. Me llenó ver las lágrimas (algunas contenidas y algunas más que explícitas) de todos los colonos, profes, padres, hijos, maridos y esposas, porque quien no se conmovió al ver tamaña demostración de cariño? Mis primeras lágrimas salieron cuando de nuevo me abracé y besé al cartel de Dice el Arbol...

"Y colgaron de un cordel de esquina a esquina un cartel y banderas de papel lilas, rojas y amarillas..."

Hubo carteles al costado de lo que otrora era un quincho ejemplar, hubo sonido puesto a disposición por amigos, locución a cargo de laburantes de la organización, y mil y una cámara de fotos y filmadoras que no alcanzaron a guardar las imágenes que cada uno de nosotros conserva para siempre en su memoria.

"Y al darles el sol la espalda revolotean las faldas bajo un manto de guirnaldas para que el cielo no vea, en la noche de San Juan cómo comparten su pan, su mujer y su galán, gentes de cien mil raleas..."

Con el sol cayendo a fuego sobre todos nosotros, emprendimos el camino del recuerdo, y hubo risas y más lágrimas en las cabañitas, y nos metimos en la cama donde algunos ya no cabemos, y nos asomamos por los baños donde la puerta que nos daba intimidad hoy nos llega al pecho, y nos fuimos a la cancha de handball donde hubo nuevas risas, cantos, emociones y alegrías compartidas con nuestras mujeres y galanes.

"Apurad, que allí os espero si queréis venir pues cae la noche y ya se van nuestras miserias a dormir. Vamos subiendo la cuesta que arriba mi calle se vistió de fiesta..."

Vestimos a nuestro club de fiesta!!!, si hasta costaba tratar de identificar a aquellos que no pertenecían a esta caterva de descontrolados que no paraban de abrazarse, besarse, pegar risotadas y contar anécdotas.
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"Hoy el noble y el villano, el prohombre y el gusano bailan y se dan la mano sin importarles la facha. Juntos los encuentra el sol a la sombra de un farol empapados en alcohol magreando a una muchacha..."
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Y volvimos a ser cada uno un nene y una nena, y volvimos a recordar apodos, y volvimos a colgar cargos, títulos ó experiencias vividas, y volvimos a reconocer por los ojos o fisonomías a los colonitos que viven dentro de cada uno de estos adultos en los que nos convertimos, y volvimos a cantar con orgullo las canciones que nos enseñaron cuando chicos y volvimos a querer volver enseguida como en esos tiempos.
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"Y con la resaca a cuestas vuelve el pobre a su pobreza, vuelve el rico a su riqueza y el señor cura a sus misas. Se despertó el bien y el mal la zorra pobre al portal la zorra rica al rosal y el avaro a las divisas..."

Así con resaca, pero con resaca de amor, con riqueza de recuerdos y afectos, con toda la liturgia de nuestra religión gasense a flor de piel, nos fuimos yendo.
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Pobre del avaro que sólo pudo contar el billete de la entrada que pagamos con tanto gusto!!!, se quedó como una zorra pobre paradita en el portal viendo como nos íbamos con tanta alegría, porque la zorra rica dueña hoy de lo que fuera nuestro, no supo ni cuidar las rosas en este tiempo.

Monica Leggio, Beto Ochoa, Carlos Melendez, Ale Albanese.

"Se acabó, que el sol nos dice que llegó el final. Por una noche se olvidó que cada uno es cada cual..."

Y si, sobre el final sin las luces del parque, uno no podía ver ni de quién se despedía, pero a esa hora era lo mismo, podías haberlo/a conocido hace veinticinco años ó hacía diez horas, el abrazo era el mismo.

"Vamos bajando la cuesta que arriba en mi calle se acabó la fiesta..."

Se acabó???, yo creo que esto recién empieza y nuestro encuentro del sábado pasado va a ser motivo de recuerdo para toda la vida. A partir de ahora, será tarea de todos ayudar a esas locomotoras que nos empujaron hasta aca, para que este tren no se detenga. Qué siga la fiesta!!!

Todavía no puedo despertar de tanta emoción. Qué bueno!!!

Los quiero,

Beto

jueves, 1 de noviembre de 2007

Algo para los que no pudieron estar

Por Martin Bogado


El encuentro fue glorioso. El Club de Niños/Mayores ocupó prácticamente la totalidad del fondo y las parrillas... como solía estar cualquier día de los 70s u 80s. Sin socios nuevos, ese día, el CDT, habrá sentido en su pasto, en sus parrillas, en su Isla de los Robinsones, en su cancha de handball, el peso de cientos de chicos/grandes que fueron su sangre y su razón de ser - o acaso podemos pensar que el 27 los arcos no sintieron las caricias de los pelotazos que se estrellaron en ellos?... o que las tribunas no sintieron las pisadas de todos los que las colmamos para sacarnos las fotos?

Un día especialmente reservado a una ocasión como la vivida: contra todos los pronósticos de lluvia, un día con el cielo pintado y el sol a pleno. La felicidad fue desbordante. Llegué temprano con la idea de ir reconociendo y charlando algo con cada uno que fuera apareciendo, pero no fue suficiente: 23 años de ausencias no se recuperan en 5 minutos.

Una sensación indescriptible: el acercarte a alguien con el que te mirás fijo (porque lo reconocés o te reconoce), y mientras caminás, tu cabeza (y la de él o ella) buscando a mil en la agenda del olvido y la emoción.


Particularmente, me tomé un tiempo para "salir de la ola" y hacer de observador omnisciente (aquel que mira el evento desde arriba y ve el cuadro completo), comprobando de manera irrefutable que la conexión entre este grupo de gente es sorprendente, además de mantenerse intacta.

En esta marea de sentimientos, hoy me reprocho a mi mismo el hecho de no haber sabido cómo meterme más profundamente en el recuerdo y el corazón de algunos de los "pibes" y "pibas" con los que hoy me gustaría verme más a menudo (una vez al año y no cada 20!). Pero bueno, cada uno es como es.


Finalmente, todos expresamos un profundo sentimiento de gratitud a los tipos que fueron los motores de esta epopeya: Esteban Bernasconi, que encontró la manera "tecnológica" para vincularnos a todos, y Felipe Giovannetti y Martín Bernasconi, que llevaron adelante la difícil (yo me animo a decir titánica) tarea de convencernos a todos para re-unirnos en esta nueva cruzada.

Un fuerte abrazo!

Martín