
Corría febrero del ‘87 y hacía más de diez años que no tenía noticias referidas al club. Mi amigo El Tano Bondancia (hoy padrino de mi hija Josefina) me dice, en Haedo se está armando un equipo de handbol y hay muchos que te conocen, son ex GAS. No lo dudé, me fui a ver de que se trataba y ahí en la puerta estaban ustedes. Fito, Juanca, Chirola (que seguramente desde el cielo nos reconectó ahora vía celular) y vos. Abrazos, cargadas y surgió el… todavía recuerdo ese flechazo…
Cada sábado, luego de las 6 de la tarde, el club se vaciaba y era nuestro momento. Nos apropiábamos de todo, inclusive de la cancha de handbol. Ahí surgían miles de picones futboleros con los pibes, y en este caso, era con los más grandes, con los de tu edad. Estaban ellos, mejor dicho ustedes, los mayores eligiendo, pan-queso-pan… vos vení acá, vos allá, vos ahí y vos andá con él. Uy no lo puedo creer, me tocó con Carlitos Villamayor – éste te mete más presión que una olla “Marmicoc”. No te equivoques en un pase, no te morfes la pelota o se la niegues por que te mata, sólo había que hacer lo justo… dársela a él.

El que gana queda en cancha y el que pierde “afuera”, como mínimo tres partidos, eternos tres partidos. Empezamos esperando ya que perdimos el sorteo, pero ni bien entramos, calientes como una pipa por la espera, en minutos hicimos dos goles… bah, hizo dos goles y afuera los contrarios. ¿Te acordás? Dos goles o tantos minutos, y si no hay goles, afuera los dos equipos!!!
El segundo partido estuvo más parejo, pero al mayor de los Villa era difícil pararlo, y sí “Carlitos lo hizo”(frase poco célebre pero en este caso era verdad). Dos goles y a llorar a la iglesia. Que pase el que sigue. Pese a todo, no importaba lo hecho hasta ahora, no se podía perder este partido, para colmo enfrente estaban los grandes, con los que yo me sentía más cómodo, el querido Ale Bolinches y vos entre otros.
Ni bien se movió la bola, una serie de toques y el Muerto (justo el Muerto) de un puntinazo asqueroso, nos clava el primero. Te lo imaginás, retos por doquier, cagada a pedos para todos. ¿Pero quién se animaba a decirle algo? Te mataba!!! El doparti siguió su curso de hacha y tiza, de golpe por golpe, pero no la embocábamos y faltando nada para que pasen los 5´ establecidos, él, que era muy calentón pero un súper talentazo, hizo una genialidad, se gambeteó hasta a la oscuridad (para esa hora la luz era cero – ma’ que cero, “menos diez”) y cayéndose la tocó suave… y el gol. La blonda se dirigía hacia el beso con la red cuando de repente te vi llegar a mil desde el lateral izquierdo y corrí para evitar lo que pudo haber sido el final.
Jamás hubiese intentado quitarle a Carlitos el gol, “era hombre muerto”, pero si no lo hacía yo, vos la hubieras sacado. Fue ahí cuando corrí como nunca hasta entonces y fui al encuentro con ella. Le entré de lleno y en el interín también le di a tu tibia. Te agarraste con las dos manos y muerto de dolor me puteaste en silencio. Se te piantó un lagrimón y estabas violeta de calentura pero entendiste que no hubo mala intención de mi parte.

Por eso hoy a tantos años, quiero decirte a vos Hugo Cachaldora (fotos), el renovado FLACO, que te mando un gran abrazo y espero verte pronto, como aquella vez en la cancha de handbol.

Tu amigo, El Perro Néstor Villamil