Fin de temporada (bis)

Luego del exitoso artículo sobre este tema, y tras recibir reiterados pedidos de más imágenes similares, acá van un par de cosas sueltas que tienen que ver con el fin de la temporada, en este caso de verano.

Qué mas decir de estos esquemas con pelotas y demás elementos? Eran todo un clásico en el club. Horas y horas de práctica… aunque lamentablemente hoy solo tengamos esta injusta foto, donde no se ven dos pelotas a la misma altura. Y lo que seguramente todos se estarán preguntando frente a la pantalla es: Marcela Albanese que está haciendo exactamente en ese instante??? Es parte del público?? O simplemente está perdida en la mitad de la rutina? Dejemos la incógnita planteada y veremos que comentarios alusivos aparecen. Esto no es crítica, ojo. Es solo un análisis a fondo de esta maravilla de foto, donde además se luce la residencia de Milberg, imponente, como recién pintada. Ahora, si prestamos atención a los varones, seguramente notaremos una gran diferencia en la complejidad de los movimientos… están usando unos simples bastones!!! Evidentemente muy fáciles de manejar en comparación a esas pelotas azules. Encima están todos por atrás de la escena, como para no delatar mucho la falta de ensayo. Esto dicho sin desmerecer a nadie, por favor que no se malinterprete.

Pasando a otro tema totalmente distinto, era a partir de Marzo también que este tipo de carnet salía de circulación y se volvía a usar el típico rojo plegable. Un detalle a no olvidar eran esas famosas validaciones de las revisaciones médicas. Más de un vivo habrá usado la agujereadora de casa, sin percatarse de que el diámetro de los agujeros era bastante más grande que el de la enfermería. Que error tan infantil! La clave estaba en viajar en tren y pedirle al guarda que nos picara no solo el boleto, sino también el carnet de Club de Niños. Lo malo de esto era obviamente que sí o sí había que sacar el respectivo boleto de tren, lo cual tratábamos de evitar a toda costa.

Por último, la imagen de arriba nos da una clara muestra de cómo quedaba reducido un típico grupo en invierno, luego del éxodo de los mosquitos de verano. Qué están queriendo hacer las chicas con el ancla no se sabe, pero la ausencia de flores comprueba, por ejemplo, que ese era un día bastante invernal, posiblemente al atardecer de un sábado, luego de la partida de los micros. Al menos tiene toda la pinta.