Funes!!! Simprisiti-Contorsi...

Por Gustavo Novo

Por motivos personales que no vienen al caso, tuve que contactarme con una persona que esta recluida en un penal de máxima seguridad, aquí en España. Para evitar datos que puedan perjudicar su imagen, vamos a referirnos a él, como Don Boquete.

Su alto historial delictivo, lo inicio a muy temprana edad y termino hace un año cuando fue apresado al declarar un robo en su comercio, algunos televisores de plasma, que según él se llevaron por un boquete en la pared. Rápidamente la policía lo apresó dando cuenta que los televisores mencionados eran más grandes que el boquete encontrado, por lo tanto jamas podrían haber salido de ahí. Lo que se dice un auto-robo en toda ley.

Pero vamos a lo que nos trae. Este hombre curtido en mil atracos y reyertas, me recibió en su celda acompañado de sus secuaces, que me palparon para cerciorarse de que no atentaría contra su vida.

Me invitó a sentar a una pequeña mesa, me miró insistente y al cabo de un largo silencio, me dijo: “sabe por que empece en esto?”. Solo pude encojerme de hombros y esperar su contestación. Al cabo de unos segundos, unas lágrimas rodaron por sus mejillas y dijo: “yo empecé por el SIMPRISITI CONTORSI”… y cubrió su rostro con ambas manos rompiendo en un largo llanto.

Cuando recompuso su imagen, comenzó su relato:

Ya no se sabe si es verdad o leyenda, me dijo. Pero había una banda en Argentina, que asoló el Club de Gas del Estado entre los años ‘70 y ‘80, usted sabe de que hablo, no? Lo siento, le dije, pero no sé de que me habla.

Cómo que no?, dijo Don Boquete, según me comento mi amigo Johnny Walker que vive en EEUU, uno de los más famosos atracos fue el que se realizó al esposo de la Dra Ofelia, cuando festejaba junto a familiares y amigos la mejoría de su salud, luego de un infarto. Resulta que el hombre agasajaba a su familia en las parrillas del fondo y como era de noche dejaron el asado y sus achuras haciéndose con tranquilidad, mientras ellos se refugiaban del rocío nocturno dentro de uno de los quinchos.

Yo seguía con atención ese relato, pues no comprendía, como había recorrido EEUU y Europa esta leyenda urbana.

Sirviéndome un Cola-Cao (versión española del Nesquik) continuó. En eso estaba el pobre hombre cuando “La Banda” luego de cenar y estando de boye por los fondos, se acerco a la parrilla y alguien dijo las palabras mágicas: “a ver quien tiene huevos para comerse un chorizo…”. Allí estaba lo mas granado de la delincuencia juvenil, Nariz Albanese, el muerto Gagliano, Gustavo Asnicar y otros, en fin… que la cosa comenzó por un chorizo y siguió por el resto. Dicen que la escena era dantesca, con las manos sobre la carne y achuras y a mordiscones, corrían desbocados arrojándose pedazos de carne los unos a los otros. Luego se limpiaron con papel higiénico, pero el daño estaba hecho. La pobre Dra Ofelia y el esposo se quedaron sin festejo, es mas, el hombre se quería morir... que moraleja, no?

Lo peor fue que los suspendieron por un mes. Dicen, yo no lo vi, que fue la única vez que el Sr Barceló giro su cabeza 360 grados en reprobación. Además un tal Cabeza, que no participo, pues no estaba esa noche, cuando fue a la casa de Albanese, la abuela le dijo al entrar: “hoy, no es buen día para venir!!!”. Ahí estaba Marta, su madre, esgrimiendo la carta de suspensión y a los gritos pelados: “Sos un sinvergüenza!!! Ahora con que cara voy al trabajo!?!?!”. Si tiene alguna duda hable con la hermana, que tuvo que huir a España…

Don Boquete parecía en otro mundo cuando me dijo: “Pero lo que más me gustaba era el SIMPRISITI CONTORSI, no lo conoce?” dijo mirándome fijo a los ojos.

La verdad ni siquiera conozco a quienes me nombra, le respondí.

Eso es clase, me dijo, se lo hacían a un tal Funes, era profesor de tenis ahí. Le gritaban desde unos 10 mts aproximadamente levantando el brazo izquierdo y señalando la muñeca con la otra mano, como si fuera el reloj: “Funes, la SIMPRISITI CONTORSI”, y el pobre hombre decía “Siii, son las 12 y media” y ellos con cara de piedra volvían a repertirlo varias veces. Además, lo peligroso era ir acercándose mas y más hasta estar a medio metro, y aun el pobre hombre no entendía nada.

Yo lo intente varias veces, me dijo desconsolado, pero no hubo caso, no salía.


"Otras cosas que se comentan, fue cuando comenzaron arrojando pilas grandes al kiosco de diarios que estaba en la esquina de Santa Fe y Pueyrredon, justo cuando el micro daba la vuelta. El dueño salía con la cara blanca, pues sonaban como disparos sobre la chapa de su kiosco. Una vez uno de ellos, se asomo por la ventana y le quito el sombrero a un hombre que estaba esperando para cruzar, el pobre empezó a correr por Pueyrredon para alcanzar el micro, eso fue demasiado. A eso siguió la compra de huevos que también eran arrojados por la ventana sobre la Av Cabildo. Esto, me dijo, se lo puedo contar pues el crimen prescribió".

Yo no daba crédito al relato, pero estaba dando datos que luego de chequearlos con mis fuentes eran muy precisos para ser una leyenda urbana.

"Una de las más famosas fue cuando fueron a la casa del tal Cabeza. Llevaron discos, bebidas y como los padres no estaban, organizaron una que dios me libre. Los vecinos gritaban, que son las 5 de las madrugada!!! Cuando vuelvan tus padres, se van a enterar!!! Ahí estaban todos, es mas, un tal Curly se puso a freír milanesas a las 4 de la mañana. Había mujeres también, una tal Silvia Cardozo, una que le decían Sol. Imagínese el miedo que tenia la policía que no se atrevió a actuar estando todos juntos".

Y que es de la vida de ellos?, le pregunte…

“Mire, el tal Albanese, ahora es capo de una multinacional, esta retirado pero si lo llaman seguro se prende de nuevo. Del muerto Gagliano, no se sabe nada, ese chico es muy misterioso. Asnicar esta con la electrónica, una tapadera, ya que lo que le va al tipo es la farándula de la TV. Pero que quiere que le diga, la verdad, aquí todo el mundo esta muy preocupado, la mafia italiana, la yakusa japonesa, el FMI, todos están atentos a ver si se reúnen de nuevo, seria muy peligroso para el orden mundial”.