Teatro vocacional

Por Gabriel Podbersich


Estas fotos son en Mendoza, año 1972, con el Grupo Vocacional de Teatro de Gas del Estado, conformado por muchos padres de chicos que íbamos al Club de Niños. Como muchos sabrán, a fin de todos los años se realizaban las Olimpíadas de la empresa. Puedo mencionar las de 1972 en Mendoza, 1973 en Neuquén y 1974 en Salta. El Teatro Vocacional de Gas del Estado era invitado a todos estos eventos, y como yo era el hijo más chico, mis viejos en vez de dejarme en casa me llevaban. Así pude disfrutar de estos acontecimientos históricos para la vida del club. De hecho, íbamos también acompañando al equipo de Capital que, dato curioso, se adjudicó las tres competencias. Foto 1: En la Bodega Giol: Rama, Betty Trobat, Graciana, Ruggero, Toti, mi vieja, Antonio Odette, Olga Fernandez, mi tío Mingo, mi tía Norma, Mónica Pietrantonio, Porota, Roberto Trobat, Lydia Lociolo, mi tío Coco, mi primo Adríán Trípodi, mi prima Susana, yo, mi primo Jorgito Leggio, la Brujita Eduardo Fernández, mi primo Rubén. (No recuerdo a algunos de la foto, por eso no los puedo nombrar, mis más sinceras disculpas).

Me acuerdo que el color que identificaba a Capital era el marrón. Realmente cuando me dejo llevar por todos estos recuerdos, sólo puedo decir que he pertenecido a una época Gloriosa que me marcó toda la vida. Foto 2: Aquí mi tío Mingo y mi perra Dana, en una escena de teatro junto a Antonio Odette.

En Mendoza tengo una anécdota muy famosa en la cual fui protagonista, ya que ese año me perdí en la ciudad y de ahí que uno de los apodos que me acompañó hasta el fin del club fue "El fugitivo". Ocurrio una noche volviendo de la fiesta final de gala de las olimpíadas, cuando después de festejar el triunfo de Capital, nos volvimos al hotel. En el micro iba parte de la delegación creo de Litoral, y gente de teatro. Al lado mío se sentó Fiori, hincha fanático de Huracán - menciono esto porque yo siendo de San Lorenzo, creo que fue eso lo que llevó al amigo Fiori a dejarme durmiendo en el micro. Cuando desperté ya no había nadie. O sea la gente de teatro, los deportistas, choferes, todos se bajaron y me dejaron sólo durmiendo, con mis doce años y sin saber donde estaba. Abrí una ventanilla del micro, salté desde lo alto (recordar que en aquellos tiempos estos micros venían provistos con ventanillas finitas arriba de todo) y así me largué a caminar a las dos de la mañana por Mendoza, sin saber ni donde estaba. Se me ocurrió parar a un vehículo que pasaba por ahi, mientras que todo Mendoza estaba buscándome.

Justo tuve la suerte de que era una parejita joven que me ayudaron a llegar al hotel, y lo bueno fue que me acordaba del nombre y en que calle quedaba: Hotel El Castillo, en la calle Guaraní. De no ser por eso, creo que todavía estaria dando vueltas por alla. Foto 3: El galán Raúl Pou comparte cartel con mi vieja, Adelina.

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Imagínense, cuando llegué al hotel estaban todos esperándome. Realmente parecía que había llegado de la Luna por el recibimiento y fue ahi que el amigo Duarte me apodo Richard Kimball, "El Fugitivo".


La foto junto al tonel de Giol, me hace acordar que todos los que fuimos de visita queríamos probar el vino de la bodega, y creyendo que habíamos llegado al lugar, empezamos a tomar vinos sin fermentar (yo ya de chiquito le tomé el gusto al tinto). Cuando nos avisaron empezamos a escupir todo, tenía un gusto a té sin azúcar espantoso. Pero bueno, en cada lugar donde estuve siempre dejé una marca, a veces sin querer y otras veces sabiendo que algún día iba a volver, como lo será al re-encontrarme con muchas personas que han alegrado mi vida para siempre. Foto 4: Aquí las tres Flores de la Costa: Lydia Stefanini, Betty Trobat y mi vieja.

Luego enviaré más fotos de esta parte linda del Club Gas del Estado, donde nuestros viejos también se lucían.

Un abrazo para todos,
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Gaby