Un día en las carreras

Por Esteban Bernasconi


Luego de ver con gran frustracion que no aparezco en casi ninguna foto, me dediqué a buscar algunas que tenia por ahi, y encontré estas de un torneo de natación, calculo que del verano del '82 u '83.

A veces pienso que nuestra pileta era algo chica para la cantidad de gente que iba al club en el verano. Había un primer y un segundo turno; asi y todo eramos demasiados. Esto complicaba un poco poder aprender a nadar. A veces era un verdadero quilombo, con los andaribeles llenísimos, gente nadando en contramano, algunos escapados de sus grupos haciendo cualquiera, otros tratando de seguir la clase, que se interrumpía a cada rato con cosas del estilo "y el profesor donde esta? posiblemente cagando a pedos a algun rebelde que se habia escapado, etc". Asi y todo, se disfrutaba mucho, era de lo mejor.


Recuerdo que yo odiaba con toda mi alma que me tocara el 1er turno. A la mañana podía hacer algo de frío, y eso me sacaba las ganas de entrar. A la tarde, salíamos de la pileta y después teníamos que soportar altísimas temperaturas haciendo algún deporte, mientras el 2do turno estaba en el agua - que ademas duraba mas tiempo (al menos esa era mi sensacion).


No habia nada mejor que, después de la siesta, transpirar bien jugando a algo, y enseguida entrar a la pileta para matar el calor – previa ducha obviamente, rigurosamente supervisada por el intendente del natatorio, el Sr Cordován (o Cordobán?). Si intentabas eludirla, lo mejor era subir las escaleras corriendo y tirarte a 1,80 sin darle tiempo a reaccionar, pero esto lo hacia enojar mucho y tambien a los guardavidas. Si te duchabas mojándote solo los pies y un poco los brazos, no tardaría ni un minuto en decirte: “pibe, duchaaaate bien por favoooorrrr…”. Cordován era un maestro, sin dudas.


En realidad yo no aprendi a nadar en el club de Gas, lo hice en el Ateneo Cecilia Bernasconi de Villa del Parque, donde mis padres me mandaron desde muy chico. En este ateneo, los profes tenian la particularidad de ser muy milicos, tal vez demasiado. En las clases de natacion no se podia joder en lo absoluto. Parecian estar todos cortados por la misma tijera que Alfredo Zabalet. Era nadar, nadar o nadar... y recien al final teniamos 4 o 5 minutos de pileta libre, donde el agotamiento era fatal, y quedabamos "boyando" en el agua sin hacer demasiado. Bueno, tal vez fue justamente por eso que ahora se nadar, pero esto no es lo importante - de todas maneras hubiese aprendido en Gas del Estado.


Aqui la natacion era un poco mas amateur, por asi decirlo, aunque dependiendo del profesor y del nivel que te tocara, a veces el asunto se tornaba algo mas duro. No recuerdo haber llegado al escalafon Tiburon, lo cual jamas me intereso demasiado. Quizás porque nunca crei mucho en esas categorias (ojo esto no es una queja, son solo mis recuerdos). Lo interesante es que todos los veranos teniamos algunos torneitos de natacion, y si bien no era algo que nos atrapaba del todo, a la hora de competir nos poniamos las pilas y hasta "entrenabamos", creo. Como era típico, competíamos muchas veces contra clubes dedicados casi de lleno a este deporte, lo cual era todo un desafío para nosotros y para los profesores.


Del torneo de las fotos recuerdo que habia mucha gente, y tambien tengo fija la imagen de los equipos visitantes y todos sus familiares, encantados con pasar un dia al aire libre en este club perdido en Rincon de Milberg. Era una verdadera fiesta. También recuerdo una carrera de 100m pecho, en la que corrio Gustavo Kseiri contra unos pibes que se veian muy pero muy nadadores (con zunga, antiparras de las chiquitas, gorras muy modernas, etc). La cuestion es que Gustavo llego primero con una ventaja bastante importante, pero lo descalificaron por no tocar el borde con las dos manos - no estoy seguro si solo al final o en cada vuelta. Teniamos mucha bronca porque estos pibes se la creian un poco. En fin, esas cosas raras de la natacion.


Por que no habremos tenido una pileta cubierta para todo el año? Nos lo preguntabamos una y otra vez, pero eso ya no importa. Lo que teniamos era demasiado. Cordován, donde sea que estes, GRACIAS... y por supuesto a ustedes profes tambien.