Buscado

Escandalo en el club de Gas: Luego de varias denuncias y de una ardua investigacion, la Policia de Tigre ha logrado identificar al cabecilla de una organizacion clandestina, dedicada al ejercicio de la veterinaria, que opero en el club de Gas durante finales de los años '70 y principios de los '80. Se trata del infame "Dr" Felipe Giovannetti (alias "el Joseph Mengele de los batraceos") quien fuera responsable de infinidad de crimenes hacia los sapos de la Isla de los Robinsones.

"Dr Felipe" (como lo llamaban sus asistentes) era el unico que no llevaba bolso al club. El "Dr" bajaba del micro con una valija que contenia los mas diversos objetos, entre ellos el instrumental quirurjico que le afanaba a su madre (bisturies varios, pinzas, agujas e hilo para coser) - foto abajo izq. Ademas venia provisto de elementos peligrosos como sogas, sirenas de bomberos, polvora, revistas del tipo prohibidas, cuchillos, navajas, cartas y obviamente fasos. Cierta vez se supo que llevo una muñeca erotica inflable, con la que aparentemente habrian debutado varios colonos del grupo cadetes.

Por alguna razon desconocida, en la ultima cabañita habia una mesa de las del ------- (tal vez de formica celeste) y de esta manera el cuarto se convertia en quirofano. Aunque lograban la mas absoluta asepsia y seguian protcolos medicos, llevaban a cabo toda clase de atrocidades cien por ciento ilegales. Arriba de la mesa colocaban dado vuelta uno de los cajones que habia debajo de las cuchetas, haciendo de camilla, y ahi nomas ataban al sapo de las 4 patas panza arriba. La cirugia clasica consistia en la insercion de objetos extraños al pobre animalito, como corchos, vidrios, chicles, cigarrillos y hasta otros bichos que andaban por ahi. Luego el sapo era molestado y maltratado de distintas maneras que serian un asco detallar aqui. Es decir, como se daran cuenta estos pibes eran muy jodidos. Si luego el sapo se portaba bien, lo devolvian al rio, pero si los miraba con mala cara, lo dejaban toda la noche en el baño de las cabañitas, donde la baranda te volteaba ya desde antes de entrar. Muchas veces realizaban la famosa "conversion en sapo siames", donde suturaban dos sapos de costado, compartiendo algunos organos y hasta el pedazo de corcho. Un horror!

Al otro dia los profesores ni enterados de semejante practica, y encima contentos por la aparente buena conducta del grupo por no haber salido de safari. El desorden era puertas adentro...

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Anecdotas en primera persona (contadas desde la prision):

1- Una vez... cierto grupo de delincuentes (Martín Bernasconi, Carlos Spinzi, Gustavito Maniera, Javier Caló, El Moncho Pascoli y yo) decidió tomar por asalto la “Residencia de Milberg”. Sin dudarlo y con gran destreza, ya que debían trepar balcones y violentar cerraduras, lograron su cometido. Esta incursión tuvo su premio, dado que en la heladera había una hermosa botella de “Gancia” más algo de comida. Debemos sumarle a esto la gran comodidad que la casa nos ofrecía (camas confortables, una excelente TV COLOR!!!, línea telefónica a nuestra disposición, etc). Lamentablemente, todo duro solo una hora aproximadamente, debido a la repentina llegada del “Sr Barrios” por lo que todos tuvieron que tomar distintos rumbos para la rapida retirada. Desafortunadamente la evasiva habría dado sus frutos, si el loquillo Maniera no se hubiese escondido detrás de una cortina que le llegaba solo a las rodillas. Resultado: TRES MESES DE SUSPENSION.

2- Cierta noche... en pleno safari en busca de refrigerios, M.Bernasconi, H.Ávila, C.Spinzi, y quien lo narra, transitábamos por el caminito que une Rincón Alegre con nuestra querida cancha de handball. Fue en esa oportunidad que a la distancia divisamos la esbelta figura del “Gran Sr Funes”, a lo que decidimos escondernos detrás de los pinitos de 75cm. de altura que embellecían dicho camino. No lo van a creer, el Gran Funes pasó a 1 metro de nosotros sin descubrirnos... AGUANTE FUNES.

Felipe, Ñoqui, Hernan, Negro L, Javier, Martin y Ale... en el lugar de los hechos.